Resumen
“Su cabeza oro muy Bueno, sus cabellos como renuevos de palmas, negros como el cuervo.” ¿Cómo interpretarían este versículo los que se dan a la crítica sin condiciones para ello? Se necesita el don natural o una cultura en armonía con el espíritu de la época. ¿No se refiere al oro verdadero, el oro sin mancha, el oro intelectual, el oro de las facultades superiores, el oro iniciático del anillo de los anillos que guarda el sello de David o Salomón, el que brinda todas las potencias de la tierra, el oro de la magia? Sí: se refiere a ese oro, y de ese oro es la cabeza del amado. El sabio divino, lleno de la ciencia antigua, busca la verdad oculta de las cosas para ponerla en ritmos y palabras que sean como un cielo con el orden puro de los astros. De oro de Tíbar, el más fino de los oros, de oro de Tíbar, río en Arabia, de partículas de ese oro está espolvoreada la cabeza del amado. Es el oro de los mitos greco-romanos, el oro de las joyas multicolores como la flor del sol erizada de raros y anchos pétalos. Tal oro refleja la parte exquisita del alma.