El Cantar de los Cantares II

Resumen

La poesía nació nueva y libre como lo bello y lo grande en la Naturaleza. El hombre gastó y perdió a la delicada doncella de que nos habla Cervantes, arrastrándola por prostíbulos y tabernas sin hacer caso de su aristocracia. Creo que, pasados tantos siglos, el hombre, con la melancolía de haber perdido aquella edénica infancia en que todo sonreía con candor y transparencia de manantiales, vuelve o quiere volver a ver las cosas con ojos de niños, despojándose del inmenso fardo de prejuicios poéticos que sobre él pesan. Yo lo veo avanzar hacia una poesía pura, como si anhelase al punto del cual partiera, queriendo cerrar el círculo, atento a la ciencia de la Vida. Así se verá, en este rápido elogio del poema de los poemas, el más original de los cantos, fina y luminosa madeja de una complejidad simplificada hasta lo infinito. Otra cosa hubiera sido nuestra literatura si, en vez de seguir a griegos y romanos con abominables imitaciones, nos hubiésemos impregnado de este lindo y admirable Cantar de los Cantares