Resumen
Tal vez la forma más apropiada de comenzar a comentar el alcance y el singular valor de este bello estudio que la Dra. Mercedes López Baralt nos entrega hoy sobre la obra del gran poeta español Miguel Hernández es haciendo notar que este pormenorizado, abarcador esfuerzo crítico es, antes que todo, un testimonio vivo del decisivo, duradero, estremecedor poder que la gran poesía es capaz de ejercer en el alma del lector sensible. La primera parte del libro, que constituye una suerte de introducción al conjunto y cuyo título, “Miguel Hernández: poeta plural”, sirve de título a la obra, se inicia precisamente con un apartado subtitulado “Razones de amor”, en el que la autora describe esas razones de amor que hicieron de su primer encuentro con los arrasantes versos hernandianos un encuentro que, citando sus propias palabras, quedó “grabado a fuego en su corazón”. Relata la autora: “No fue en un curso, por cierto, sino de otra manera que creo que al poeta le gustaría más: de forma oral [que conocí la poesía de Miguel Hernández]. Fue el 3 de agosto de 1964. Mi primer amor, que en aquel momento no sabía que le esperaban años de cárcel por su disidencia política [con el régimen franquista] me acababa de regalar la tercera edición de Espasa Calpe de El rayo que no cesa (1959), que aún conservo. Y me leyó, en un autobús que recorría las calles de Madrid, estos versos que se grabaron a fuego en mi corazón.” Y enseguida añade: “Y Miguel no se fue nunca de mi vida, a partir de aquel encuentro no por casual menos necesario”. Ya en estas breves líneas testimoniales que hemos citado quedan sugeridos dos rasgos que definirán la tentativa crítica emprendida por la doctora López-Baralt en este estudio: de una parte, se trata de un texto que nace al calor de esa pasión abrasante que desata siempre el contacto con las formas más extraordinarias del arte y, de otra parte, se trata de un texto que es el resultado de una convivencia amorosa, demorada, constante con un conjunto poético al que se considera una fuente de belleza imprescindible e inagotable, y al que la mirada crítica de la autora ha ido asediando a lo largo de muchos años.