Resumen
Asilos de la muerte! Estremecidos
mis labios de dolor, paz religiosa
invocan para aquellos que en la fosa
yacen por siempre en polvo convertidos...
Asilos de la muerte! Estremecidos
mis labios de dolor, paz religiosa
invocan para aquellos que en la fosa
yacen por siempre en polvo convertidos...
También puede Iniciar una búsqueda de similitud avanzada para este artículo.
(San Juan, 19 de septiembre de 1829-Bayamón, 25 de febrero de 1886). Fue poeta, dramaturgo, periodista. Hijo de venezolanos –padre, José Lucas de Aranzamendi; madre, Escolástica Astarlora–emigrados al iniciarse en su país la guerra de independencia. Educado entre San Juan y Madrid, fue miembro de la Sociedad Recolectora de Documentos Históricos de la Isla de San Juan de Puerto Rico, cuyos documentos anotados publicó Alejandro Tapia y Rivera en 1854 bajo el título Biblioteca histórica de Puerto Rico. Como poeta, se dio a conocer en el Nuevo Cancionero de Borinquen de 1872 y en la antología titulada Poetas puertorriqueños: producciones en verso (1879), compilada por Manuel María Sama, José María Monge y Antonio Ruiz Quiñones. No obstante, nunca publicó un volumen completo de su poesía.1 El 15 de marzo de 1876, funda la revista La Lira, dedicada al cultivo de las bellas letras, con especialización en música y que se publicará hasta 1879. Escribió, también, obras de teatro: el 20 de diciembre de 1878 se estrenó en el Teatro Moratín, de San Juan, el juguete cómico lírico, con letra y música de Aranzamendi, titulado Los Premios, que, según María Luisa de Angelis, Manuel Fernández Juncos observó como literatura apta para niños. En febrero de 1877, fundó en Bayamón el periódico literario El Faro, aunque de corta duración. Su poesía es, en su mayor parte, de sentimiento religioso, preocupado por el más allá y la devoción, como puede verse por las composiciones «A la Purísima Concepción», «A la Iglesia de Bayamón» y «Ante una tumba» que pueden consultarse en la antología Poetas puertorriqueños (1920) de María Luisa de Angelis2.