(Granada, Nicaragua) nace en 1925. Sacerdote revolucionario, cuya larga trayectoria religiosa, política y literaria lo ha convertido en uno de los poetas más sobresalientes de la América Hispana. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Nacional autónoma de México y amplió sus estudios en la Universidad de Columbia. Entre sus libros sobresalen: Hora-cero (1960), Epigramas (1961), Salmos (1964), Oración a Marilyn Monroe y otros poemas (1965), El estrecho dudoso (1966), Tocar el cielo (1981), Cántico cósmico (1989), Telescopio en la noche oscura (1993), Vida en el amor (1997). Según Cintio Vitier, “Ernesto Cardenal ha calificado su propia poesía y la que más le guasta de Nicaragua y Cuba, como poesía «exteriorista». No obstante su aparente su simplicidad, el término se presta a equívocos. «Exteriorista» no significa desde luego «exterior» en el sentido de superficial, intrascendente o desprovisto de subjetividad, pues «el exteriorismo» (que, según aclara Cardenal, «no es un ismo ni una escuela») implica una opción, precisamente, de la subjetividad, la cual decide salir de sí, entregarse y olvidarse, para expresar el mundo circundante y ayudar a transformarlo o mejorarlo, a partir del lenguaje mismo de la realidad”.1 En esta entrega de RETORNO, divulgamos el más reciente poema de Cardenal, “Estamos en el firmamento”, con el cual retorna a la Poesía. Lo acompaña su amiga, la Profesora Distinguida de la Universidad de Puerto Rico, doctora Luces López-Baralt, quien se ha encargado de analizar el poema que el poeta nicaragüense le envió bajo el signo de una amistad profunda.
