Resumen
Propongo que en «El filo de unos ojos» (1985) —cuento que representa muy bien la primera narrativa de Ignacio Martínez de Pisón— el autor hace uso del suspenso y de elementos teatrales para explorar tanto las relaciones de dominio como la crueldad, esta última como un elemento que permanece en estado de latencia en cada ser humano, pero que puede ser activada cuando los individuos se encuentran desvinculados de referentes sociales y políticos. De este modo, un relato que parece evitar todo comentario social deviene una crítica indirecta y sutil hacia la apatía política que caracterizó la sociedad española de la transición a la democracia.
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