Abstract
En la Isla, una combinación de prácticas ocasionó que el marco de la legalidad religiosa comenzara a quebrarse desde principios del siglo 19 y que la Iglesia Católica perdiera terreno e influencia. La expansión de la economía comercial desde finales del siglo 18, la entrada y el contacto con inmigrantes que burlaban el monopolio religioso (ratificado por el artículo XII de la Constitución de 1812 y el artículo VIII de la Cédula de Gracias de 1815), el contrabando de libros prohibidos y biblias en español, el flujo de ideas liberales que promovían los estudiantes a su regreso del exterior, la difusión de las corrientes heterodoxas y de formas modernas de organización opuestas a la jerarquía y al orden tradicional impuesto por el catolicismo (como espiritistas, masones y protestantes), ocasionaron un aumento en las tensiones religiosas.