Resumen
Se realizaron ocho siembras consecutivas de arroz en un estudio en que se variaron las cantidades de nitrógeno y se deshizo de la paja de tres maneras: quemándola, sacándola de las parcelas o incorporándola al suelo. Aunque los rendimientos más altos se obtuvieron cuando la paja se incorporó al suelo, y los más bajos cuando se sacó, las diferencias no fueron estadísticamente significativas. La manera de deshacerse de la paja no afectó el contenido en nitrógeno de la paja o del grano, el porcentaje de nitrógeno aplicado como fertilizante que se recobró en las plantas de arroz, o el contenido en materia orgánica del suelo. La producción de arroz aumentó según aumentó las cantidad de abono nitrogenado hasta más de 100 kg/ha. El contenido en nitrógeno de la paja y del grano aumentó según se incrementó las cantidad de nitrógeno, mientras que el porcentaje que se recuperó en las plantas de arroz disminuyó. Las aplicaciones de nitrógeno no afectaron el contenido en nitratos, en amoníaco y materia orgánica del suelo.