Resumen
En Cartagena de Indias, en el siglo XVI, se comenzaron a crear espacios libres donde los negros y las negras esclavas desarrollaron, junto con indígenas y personas blancas, una cultura peculiar que retomó el concepto del diablo como entidad maligna y contrario a lo bueno, conceptos heredados del cristianismo europeo. De esta manera, desarrollaron medidas de resistencia para impregnar miedo entre los dueños de esclavos, para escaparse de la sociedad controlando sus cuerpos y su sexualidad, además de subvertir revolucionariamente dicho orden logrando desarrollarse como seres culturales, no solamente como sujetos económicos. En este ensayo, trataré de elaborar esta hipótesis para probar las claras características revolucionarias de las juntas de negros y negras esclavas. De ellas nacieron muchos elementos constitutivos de las sociedades hispanoamericanas actuales.