Resumen
La complejidad social, los retos y desafíos con los que las trabajadoras sociales y los trabajadores sociales nos estamos enfrentando en este siglo XXI, sobre todo en los centros urbanos del país, nos llevan a pensar y a evaluar las nuevas tendencias en la intervención profesional. Ante las transformaciones sociales de tanto impacto én la vida de los seres humanos se sugiere la búsqueda de soluciones integrales para los problemas. Se plantea la interdisciplinaridad como una forma de cooperación entre disciplinas nos ayuda a trascender la fragmentación del saber a través de la especialización, no oponiéndonos a ésta, sino armonizando varias especializaciones (disciplinas) que nos permita abordar la complejidad de los problemas, de las necesidades sentidas y encontrar mejores soluciones cubriendo los vacíos que dejan la especialización y la limitada participación de profesionales de algunas disciplinas en su compromiso por transformar el orden existente. Los enfoques mono disciplinarios y la especialización, están perdiendo terreno frente a formas de trabajo donde la organización rígida es remplazada por colaboraciones, coaliciones donde el poder centralizado es remplazado por el apoderamiento de los participantes y donde las jerarquías de poder ceden su espacio a estructuras horizontales. La autora comparte su experiencia con prácticas profesionales estudiantiles en el Proyecto CAUCE, adscrito al Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, contextualizadas en un Modelo de Colaboración Interdisciplinaria, del cual se explican sus cinco componentes; interdependencia, actividades de nueva creación, metas propias del colectivo y reflexión sobre el proceso.Descargas
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