Resumen
Una de las cosas que más llaman la atención de la obra literaria de Clara Janés es su inmensa labor traductora. Ganadora del Premio Nacional de Traducción y de la Medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes, la escritora española no cesa en su empresa de explorar nuevos horizontes y acercar al lector occidental las más variadas literaturas. Traduce muchos de los poetas checos más importantes, honra su antigua admiración por China y Japón trasladando a la lengua de Cervantes los versos de Wang Wei y Du Fu así como las delicadas piezas de teatro Nô; y se reconoce especialmente en los versos arrebatados de los sufíes persas. No siempre conoce la lengua de origen pero los resultados son invariablemente exitosos. Y es que, a su juicio, la traducción de poesía es un deber que siempre merece la pena pues se trata de un alto vehículo de comunicación cultural.