La cuarta escritura de Diamela Eltit

Abstract

En 1983 Diamela Eltit publica la novela Lumpérica, obra consistentemente experimental y una de las más renovadoras de la literatura producida en Hispanoamérica en la década del ochenta.¹ Eltit volvía con atrevimiento a la mejor tradición de la novela vanguardista chilena: Rosamel del Valle, Vicente Huidobro, Juan Emar. De Huidobro aprovecha la utilización de lo cinematográfico que se encuentra en Cagliostro (1931), la novela-film del vanguardismo así como las transgresiones del género y del discurso lógico de Tres inmensas novelas (1935). De Rosamel del Valle, le atraía la conjunción del lenguaje poético y narrativo junto a la libre asociación de lo onírico que del Valle lograba en su novela Eva y la fuga escrita en 1930 y publicada en 1970. De Juan Emar, recuperaba la capacidad de traspasar los procesos racionales de conducción unívoca, de jugar con la lógica, de desarmarla para componer un arte de convergencias, aspectos propios de los textos de Umbral correspondientes a los años 1934-1935. La novela de Eltit coincidía con ese clamor del vanguardista ecuatoriano, Pablo Palacio, quien proponía castigar a la novela convencional "para que salte, grite, dé corcoveos, llene de actividad los cuerpos fláccidos".²