Resumen
Los paradigmas que rigen nuestros códigos simbólicos atribuyen a cada sexo características supuestamente naturales y esenciales que los definen. Según dichos paradigmas, lo masculino es asociado con lo racional, lo cultural y lo activo, y lo femenino con lo emocional, lo natural y lo pasivo. Estos códigos duales implican una jerarquía que privilegia lo primero y degrada lo segundo.1
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0.