Resumen
Las organizaciones modernas enfrentan el reto de alcanzar niveles óptimos de desarrollo y eficacia en contextos altamente competitivos. Además, tienen el deber de ser responsables con sus trabajadores como parte esencial de su encomienda. En ocasiones, las prácticas que exhiben tienden a atentar contra el desarrollo y bienestar de sus trabajadores. Es por medio de las conductas organizacionales, individuales y colectivas que suele reflejarse la calidad del ambiente de trabajo y de las relaciones humanas que surgen de éste. En el presente artículo se discuten diversos aspectos relacionados sobre algunas prácticas y condiciones organizacionales marcadas por la agresividad que tienden a afectar adversamente de forma directa o indirecta a los(as) trabajadores(as), su familia, la organización en sí misma y a la sociedad en general. Se discuten una serie de prácticas y dinámicas organizacionales caracterizadas por la agresión, que a su vez promueven el surgimiento de conflictos innecesarios, desigualdad e inequidad en el trabajo. También, se explora la función y manifestación del estrés negativo en el proceso de agresión como antecedente o consecuencia detonante. Se enfatiza en las características del clima y la cultura organizacional en el contexto de la agresión y la función de los trabajadores gerenciales. Por otro lado, se expone la importancia de que las organizaciones demuestren su responsabilidad social, reconociendo el impacto potencial adverso de la agresión en la salud mental de los trabajadores. Se plantean retos y oportunidades para la organización moderna en el manejo de las problemáticas esenciales implicadas.Descargas
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