Resumen
El llamado "giro lingüístico" en la disciplina histórica no ha hecho sino poner de manifiesto que el quehacer histórico tiene mucho de literario por su carácter narrativo y discursivo, y que el quehacer literario tiene mucho de histórico por su carácter de registro y producción del pasado. Pero ello no debe implicar, como ha ocurrido entre algunos entusiastas posmodernos, el fin de la valoración histórica respecto a los sujetos cuya historia persigue contarse. Las preguntas fundamentales para todo tipo de recreaciones del pasado deberían ser: ¿Qué propuesta beneficia a las personas desposeídas? ¿Cuál reivindica los sacrificios de nuestra historia? ¿A qué y a quiénes sirve cada inquisición discursiva? El ensayo se enmarca en las diversas figuraciones del motín contra Esquilache (1766), evento de singular importancia en la historia de España.