Título en español

Resumen

Se compararon distintos sistemas de regar arrozales cultivados intensivamente. Los rendimientos más altos se obtuvieron cuando la semilla se sembró en terreno seco, se tapó con tierra y enseguida se regó intermitentemente por 3 semanas, y luego se anegó permanentemente (7,020 kg de arroz en cáscara/ha). Se obtuvo una producción más baja, 5,300 kg/ha, cuando se sembró semilla pregerminada en terreno inundado permanentemente. Este sistema puede practicarse cuando la condición del terreno no permite usar el sistema anterior. En tal caso es aconsejable desaguar los campos unos 3 días después de la siembra o inmediatamente, si mucha de la semilla flotase. En este caso, se debe regar a intervalos durante aproximadamente 3 semanas y luego inundar los campos permanentemente. Si los campos se mantienen inundados después de sembrar se pueden combatir mejor los yerbajos y algunos insectos, pero las algas pueden constituir un serio problema. Además, si flota mucha de la semilla la plantación no será uniforme. No deben mantenerse más de unos 8 cm de agua sobre el terreno mientras las plantitas se desarrollan. Se obtuvo un buen rendimiento 6,830 kg/ha, regando intermitentemente durante todo el ciclo de producción. Este sistema permite sembrar arroz en terrenos que no se pueden inundar debido a su topografía o porosidad o donde no hay agua suficiente, ya que requiere menos agua. Sin embargo, es necesario combatir los yerbajos con más frecuencia.