Título en español

Resumen

El nematodo barrenador, Radopholus similis, y el picudo negro, Cosmopolites sordidus, son las plagas de mayor importancia económica del platanero en Puerto Rico. Una serie de estudios efectuados por la Estación Experimental Agrícola ha demostrado que el combate químico de los nematodos del platanero aumenta la producción y alarga la vida útil de la plantación. Resultados similares no se han logrado con el picudo negro aún cuando las investigaciones al respecto han sido extensas. Con el propósito de estudiar el efecto de varios productos químicos en el combate de ambas plagas y su efecto en la producción, se realizaron dos experimentos de campo: uno en la Subestación Experimental de Fortuna, en un suelo alcalino (pH 7.7), utilizando la cultivar Enano y otro en la Subestación de Corozal, en un suelo ácido (pH 5.5), con la cultivar Maricongo. En el experimento de Fortuna se evaluaron cinco plaguicidas: Carbofuran 5G y 10G, Fensulfothion 15G, Ethoprop 10G y Aldicarb 10G. El Carbofuran 5G se aplicó a razón de 42 g por planta cada 4 meses y el resto de los plaguicidas a razón de 56 por planta cada 6 meses. Los tratamientos se repitieron seis veces. En el experimento de Corozal se evaluaron cuatro dosis de Aldicarb 10G (1 0, 15, 30 y 45 g/planta) aplicados cada 4 y 6 meses. Además, se incluyó el Carbofuran 10G (56 g/planta/6 meses) para comparación . Se utilizaron cinco repeticiones por tratamiento. Los resultados del experimento en Fortuna, donde se evaluó una sola cosecha, en la que no se obtuvieron diferencias significativas en los rendimientos, demostraron que, en general, la mayoría de los tratamientos controló eficazmente los nematodos. El picudo negro fue controlado sólo con las aplicaciones de Aldicarb, Ethoprop y Fensulfothion. En Corozal, donde se evaluaron dos cosechas, todos los tratamientos con nematicidas-insecticidas combatieron eficazmente los nematodos y el picudo negro. También estos tratamientos aumentaron significativamente el número y el peso de los plátanos por hectárea así como el número de hijos por cepa. Las dosis y frecuencias más eficaces fueron 30 y 45 g de Aldicarb cada 4 meses, y 30 g cada 6 meses; este último debe ser el más económico para el agricultor.