El efecto de quemas intencionales en factores abióticos y bióticos en la región sur de Puerto Rico

Resumen

Los incendios de campos (Ic) pueden modificar el ciclo de nutrientes en el suelo y alterar las comunidades microbianas, sin embargo, estas últimas no son bien entendidas. En la región sur de Puerto Rico, los IC son un problema en la época seca. En este estudio se realizaron quemas intencionales en una zona con ladera en la subestación Experimental Agrícola de Juana Díaz en octubre 2015 y marzo 2017. El estudio se estableció en un suelo calciustolls Típico, serie Yauco. se utilizó un diseño en bloques completamente aleatorizado con los siguientes tratamientos: control negativo (sin quemar), control positivo (quemado, sin remediar), mantillo (quemado y remediado con mantillo de Leucaena spp.) y surfactante (quemado y remediado con surfactante). En 2015 (primera quema), las muestras de suelo se recolectaron antes de la quema y a 30, 180 y 420 días después de la quema (DDQ). En la segunda quema en 2017, las muestras de suelo se recolectaron a los 30, 90 y 270 DDQ. se evaluaron las propiedades fisicoquímicas del suelo y la estructura de la comunidad microbiana se determinó mediante el análisis de los ácidos grasos de los fosfolípidos (AGF). En general, la quema aumentó el contenido de Ca²⁺ intercambiable (excepto en la segunda quema luego de los 30 días) y disminuyó el contenido de K⁺ al compararse a suelos no quemados. La concentración de hongos totales (AGF) fue significativamente menor en predios quemados con y sin remediación con mantilla o surfactante comparado con predios no quemados, y las bacterias totales (AGF) no difirieron entre predios quemados y no quemados a los 30 DDQ. La biomasa microbiana total (AGF) fue significativamente mayor (P<0.05) en predios quemados y tratados con mantilla y surfactante que en predios no quemados o quemados sin tratamiento luego de 90 (2017) y 420 (2015) DDQ. El uso de los tratamientos mantilla y surfactante en predios con quema aumenta las comunidades microbianas luego de 90 días. Este estudio muestra cambios a corto plazo en las comunidades microbianas, sugiriendo que estas son altamente resilientes a disturbios luego de una quema.