Resumen
Se presentan aquí datos de dos experimentos sobre abonamiento de la piña llevados a cabo en áreas representativas en el Norte y en el Interior de la Isla. Cuando se trató el suelo con cachaza, las plantas de piña se desarrollaron vigorosamente y tuvieron un color verde oscuro. Las hojas fueron más anchas y los tallos y pedúnculos florales más gruesos que los de las plantas que se desarrollaron en las parcelas sometidas a otros tratamientos. En la zona de Arecibo, en el suelo que recibió no menos de 32 toneladas de cachaza por acre, además de 1,500 libras de un abono 12-6-10, las plantas de piña produjeron rendimientos tan altos y frutas del mismo tamaño que aquellas que se desarrollaron en el suelo, al cual se le había aplicado el doble de la cantidad de abono antes mencionada, pero donde se había omitido la cachaza. Cuando se omitió el nitrógeno del abono, o no se aplicó la cachaza, se redujeron los rendimientos. Los resultados de estos experimentos señalan la posibilidad de usar más ventajosa y extensivamente la cachaza, conjuntamente con menores cantidades de abono que las que se usan ahora en los plantíos de piña de la zona de Arecibo. En la zona de Corozal se necesitan 3,000 libras de abono, además de 32 toneladas de cachaza por acre de piña para poder obtener los rendimientos máximos de esta cosecha. La omisión de la potasa y la del nitrógeno en los abonos para piña perjudica los rendimientos.Descargas
Los datos de descargas todavía no están disponibles.