Résumé
En 1987 se publica el libro de Martin Bernal Atenea Negra, una obra que replantea la visión que, a lo largo de la historia del pensamiento occidental, ha hecho de la civilización griega el modelo de racionalidad y perfección hacia el cual ha dirigido siempre sus ojos el occidente europeo. Un debate se instala entonces en el marco de los estudios culturales, un debate que, frente a la concepción clásica de racionalidad y perfección originada por la creencia en la pureza del origen del «milagro griego», opone la toma de conciencia de un mestizaje en el suelo griego cuyo influjo, partiendo de momentos muy remotos, constituye un modo de comprender el legado con el que la filosofía, el arte y las instituciones griegas se han enriquecido. En lo que se refiere a la mirada europea sobre el arte y al modo de definir el gusto, la figura de Winckelmann refuerza y establece una mirada que vuelve a la perfección de los modelos clásicos. Desmontar los prejuicios y descubrir en los vaivenes del gusto europeo algo más que el influjo de la perfección clásica es el resultado de aquel debate del que en estas fechas se cumplen treinta años.Téléchargements
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