Resumen
En este homenaje que le rendimos a nuestro querido Manfred, evidenciaremos su amplio registro como filósofo. Porque de un lado está el Kerkhoff europeo; pero del otro el Kerkhoff americano (en el sentido justo y amplio de la palabra). Hace años, en los setenta, tomé el curso de Pensamiento maya con él. Desde ese momento se convirtió en mi Maestro. Como siempre fui muy aplicadita, me llamaba «la Maga del Calendario», tema de la monografía del curso que publiqué enseguida en Cuadernos hispanoamericanos. Ya en los ochenta, amigos y colegas, montamos lo que bauticé como El numerito de Manfred y Merce. Lo repetimos por varios rincones de la isla. Se trataba de un par de conferencias de tema indígena. Él hablaba de los mayas y yo de los incas. En recuerdo entrañable de aquel dúo que protagonizamos con tanto deleite, aquí va mi ponencia sobre Guaman Poma. ¡Te la brindo, Manfredo! A tí y a nuestra imprescindible Damari.Descargas
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