Resumen
La práctica de la clínica depende, en gran medida, del encuentro entre sujetos. El profesional y el paciente se encuentran en un espacio donde se articula una narrativa que gira en torno a tres dimensiones: diagnóstico, pronóstico y tratamiento. Estas dimensiones, aunque vienen llamadas por la ciencia moderna a fundarse en datos y leyes, se configuran en el territorio de la conversación y el diálogo, es decir el habla. Este quehacer, es uno discursivo y opera con las afectaciones del lenguaje y la intersubjetividad. La bioética narrativa y hermenéutica, sin negar la competencia científica de la medicina, revisan la radical importancia de esta cualidad interpretativa del ser en su comprensión y tratamiento de la salud y la enfermedad.