Resumen
Desde los años ochenta, se han observado transformaciones
significativas en la forma en que los Estados operan y
administran lo público, impulsadas por la globalización, crisis
económicas y nuevas concepciones de la democracia. La
globalización ha traído consigo beneficios económicos, pero
también ha exacerbado las desigualdades, especialmente en
regiones como América Latina.
Simultáneamente, se han implementado cambios en la
administración pública con el fin de lograr una gestión
gubernamental más ágil y eficiente. Sin embargo, estas reformas
han sido criticadas por descuidar la dimensión democrática
y priorizar la eficiencia sobre la participación ciudadana. La
modernización de la administración pública ha implicado la
participación de nuevos actores, tanto públicos como privados,
lo que ha reconfigurado el papel del Estado en la sociedad.
Estos cambios también han afectado el sector de la salud
pública, especialmente en América Latina, donde se han
exacerbado las desigualdades en el acceso a la atención
médica. La pandemia de COVID-19 ha puesto al descubierto los
problemas estructurales de los sistemas de salud de la región,
incluido el subfinanciamiento crónico y la segmentación de la
población en función de su capacidad de pago.
En este contexto, es necesario reflexionar sobre las reformas
de salud implementadas en las últimas décadas y analizar
su impacto en términos de equidad. Este artículo tiene como
objetivo describir estas reformas en América Latina y el Caribe
entre 1990 y 2020, así como analizar sus diferencias desde
una perspectiva de equidad. Así mismo, se identifican las áreas de oportunidad.
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.
Derechos de autor 2024 Revista de Administración Pública