Resumen
Este artículo señala lo necesario y pertinente que se convierte el repensar e interpelar hacia una noción de "desarrollo" -como elemento vinculante- a partir de una teorización crítica e integradora originada desde la formación del Trabajo Social. Con ello, se comprende que apelar a su significación e implicancia para la profesión, supone aludir a un proceso más amplio que referirse al mero crecimiento económico como determinante o plataforma contenedora. Así, esta mirada parece encontrar oportunidad de realización en la esfera política, vista como aquella ocupación que es desarrollada con la conciencia del "nosotros/as" en interés de una determinada integración. Esto, generalmente ocurre mediante la política social. Entonces, hay política porque ningún orden social está basado en la naturaleza; así, la ausencia de orden social es lo que la hace posible, pues es el litigio por la visibilidad de la parte que no tiene parte dentro del todo comunitario. Esto representa un reto para la profesión de trabajo social. No obstante, se requiere la construcción de políticas académicas que insten a un giro epistémico y ontológico crítico hacia la complejidad y la problematización. Se deben crear nuevas cartografías de pensamiento y expandir la reflexión hacia otras interrogantes desde la vita contemplativa y vita activa. De igual forma, se insta a formar profesionales intelectuales a través de la politización de la formación, en el fomento del liderazgo, generación de la capacidad de asombro en el descentramiento del sujeto2 y en consideración de las múltiples manifestaciones que se derivan de las auténticas experiencias del yo pensante.Descargas
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