Resumen
El lejano Platón afirmaba que el hombre, al venir a este mundo, lo hacía in "puris naturalibus", que traducido al "esperanto" quiere decir "desnudo". El fílósofo helénico hubiera permanecido en la más tupida ignorancia si se hubiera tenido que inmortalizar con esa frase, que es la experiencia que viene comprobando la humanidad desde que Eva alumbró a Caín. Más, el calvo Platón perdió buena parte de su espeza cabellera con otras frases más preñadas de filosofía como por ejemplo: "el hombre cuando viene a este
punto terráqueo, en materia o bagaje de ideas es como una pizarra nueva". Con el transcurso del tiempo el hombre va cosechando ideas, por ejemplo aquellas de que "dos pegán más fuerte que uno", o aquella otra de "parientes y trastos viejos, lejos, lejos".