Abstract
La película argentina Ronda nocturna (2005) de Edgardo Cozarinsky desafía los límites de los géneros cinematográficos al fundir el retrato de un taxi boy o escort en Buenos Aires con la dimensión inquietante y fantasmagórica de lo fantástico que irrumpe durante la noche del 2 de noviembre y la celebración del Día de todos los santos o Día de los muertos. Con un enfoque en las estrategias cinematográficas de lo fantástico, este análisis examina la correspondencia entre la subversión de los conceptos normativos de la realidad y la problematización de los conceptos binarios de la identidad de género que estructuran la vida cotidiana y la psique. Los aspectos de crítica social de la película dan visibilidad a grupos subalternos como fuerza de trabajo dentro de una economía mercantilizada y cosmopolita mientras el proyecto del cine cuir encaja con los efectos de lo fantástico al iluminar realidades en conflicto que subyacen al concepto de la identidad nacional en su configuración neoliberal.
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