Resumen
La tendencia a representar a la mujer como un objeto pasivo se mantiene incluso en el género del suspenso, en el cual existe la expectativa de que la mujer que no cumple el arquetipo de femme fatale es inmediatamente inofensiva. De aquí surge la posibilidad de instrumentalizar esa aparente pasividad ocultando la verdadera agencia femenina hasta el momento de la agnición en el que se revela una identidad activa y vengativa. En este ensayo se estudian dos ejemplos audiovisuales, las películas de Oriol Paulo El cuerpo (2012) y Contratiempo (2016). En ambos casos, una mujer ejecuta una venganza ocultando su identidad y pasando desapercibida como posible amenaza tanto para el resto de los personajes como para el público.
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