Resumen
Desde que en 1910 se fundara el Centro de Estudios Históricos en Madrid, un grupo de investigadores en ciencias humanas trabajarían en sus aulas con el fin de elaborar una nueva concepción de la historia y la cultura españolas. Esta se fundamentaba en la introducción de corrientes de pensamiento europeo, sobre todo alemanas y francesas, capaces de asegurar un aparato crítico y científico válido para construir un nacionalismo cultural sobre nuevas bases. La escuela filológica de Ramón Menéndez Pidal trató de contribuir a la misma por medio de investigaciones originales que mostrasen las raíces de la lengua y la literatura españolas, forjadas en torno a tres elementos: Castilla como cuna de la conciencia nacional, el pueblo como encarnación de la misma y la cultura europea occidental como espacio espiritual en el que insertarse.This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International License.
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