Abstract
Durante las décadas de 1950 y 1960, bajo la hegemonía del Partido Popular Democrático, se desarrolló en Puerto Rico un discurso de crisis y deterioro social paralelo al discurso de modernidad y progreso. Desde los académicos más encumbrados hasta los sectores más humildes del pueblo repetían, y siguen repitiendo, el "credo" de que los problemas sociales de Puerto Rico se deben a la falta de unión familiar. A través del examen de casos atendidos por el Instituto del Hogar pretendemos ver cómo se procuraba sanar al país y las familias de disfunciones que atentaban contra la paz social anhelada. Los casos analizados ilustran las resistencias y reacomodos de los individuos ante las presiones de la vida cotidiana. Nos ilustran, además, cómo la construcción predominante de mujer de familia estaba ligada a un orden jerárquico donde las nociones de género, raza, clase y edad determinaban las prerrogativas de cada grupo.