Abstract
El día primero del año de 1994, la sociedad civil mexicana se enteró de que había comenzado un levantamiento armado en el sur de México, en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala. El llamado Ejército Zapatista de Liberación Nacional, formado por aproximadamente entre 1,500 y 2,000 personas le declaraba la guerra al Gobierno de México. El mismo 1 de enero, ante la sorpresa e incredulidad general, México, y el mundo entero supo del levantamiento armado y supo también sus causas: el hambre, la miseria, la injusticia y la marginación que por siglos ha sufrido la población indígena; la ilegalidad, los fraudes y las vejaciones que constante y reiteradamente cometen hacia ellos, no sólo las 30 autoridades gubernamentales, sino también los ganaderos, los terratenientes, los madereros, los comerciantes, los intermediarios, que históricamente han desplazado a los indios (y con ellos a los aborígenes de América), de sus tierras, de sus animales, de sus bosques, es decir, de su patrimonio natural, físico, económico y cultural.Downloads
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