Resumen
Desde sus inicios, la Federación Libre de Trabajadores (FLT) se caracterizó por un discurso universalista que proclamaba la unidad de todos los trabajadores independientemente de sus ideales políticos, creencias religiosas, raza, sexo o nacionalidad. Su posición oficial era que las uniones obreras existían para defender intereses económicos exclusivamente y cualquier asunto que le desviara de esta meta se consideraba como divisivo y detrimental para la unificación de todos los trabajadores. Al igual que la American Federation of Labor (AFL), la FLT proclamaba "que no puede haber verdadera fraternidad, solidaridad entre las masas obreras, si todos los trabajadores no se organizan bajo la bandera del trabajo, sin distinción de creencias, 'color‘, sexo, nacionalidad o ideas políticas y religiosas".