Resumen
Este experimento incluyó dos posiciones de siembra (45 y 90 grados), cuatro pesos de hijuelos (327, 231, 154 y 94 gramos, correspondiendo a tamaños de 42, 34, 29 y 23 cm.). El tamaño mayor se dividió en cuatro partes para podar a 0, 15, 20 y 25 cm. del ápice hacia la base. Había 36 plantas por unidad experimental con tres repeticiones. A los 12 meses de edad se midió la altura, la extensión (spread), el peso, la longitud, la anchura, el espesor de la hoja "D" y se contaron las hojas por planta. Los resultados demostraron que la posición de siembra no afectó el desarrollo vegetativo. La poda disminuyó la altura de la planta, el número de hojas enteramente verdes y el peso de la hoja "D", pero no hubo diferencia entre las tres intensidades de poda. Las diferencias más conspicuas se encontraron entre los distintos tamaños de los hijuelos usados. Esta variable mostró diferencias altamente significativas en todas las características excepto la anchura de la hoja. El desarrollo vegetativo fue proporcional al tamaño del hijuelo usado, a pesar de que las condiciones de clima y suelo fueron muy favorables para el desarrollo, por lo cual el crecimiento fue vigoroso y las plantas suculentas. La correlación entre las variables observadas fueron altamente significativas; las mayores y más consistentes fueron los pesos de las plantas, los hijuelos, el tallo y el diámetro del tallo. Las pruebas de comparación múltiple demostraron la centralización de resultados en dos grupos según el tamaño del hijuelo. Bajo las condiciones de este experimento, los pesos de menos de 200 gramos no compararon favorablemente. También se agrupan las tres intensidades de poda indicando poca diferencia entre eliminar de 15 a 25 cm. del ápice de los hijuelos. No hubo caída de las plantas. Los brotes podados fueron significativamente más afectados por la podredumbre del corazón (16.82 contra 5.56%). Hubo mayor incidencia de la enfermedad en plantas sembradas verticalmente (17 contra 11%, N.S.).