Resumen
En un suelo San Antón de la subestación de Fortuna se realizaron en 1989-90 dos experimentos de campo para evaluar herbicidas en calabaza. En el primer experimento, con clomazone aplicado antes de la siembra a razón de 1.12 y 2.24 kg. p.a./ha., se logró un excelente control de las gramíneas. Chloramben solo, a razón de 4.48 kg. p.a./ha., no controló adecuadamente las malezas, pero la aplicación subsiguiente de bentazon + fluazifop las controló mucho mejor. El DCPA a razón de 1 1.2 kg. p.a./ha,, solo o en secuencia con el bentazon + fluazifop, controló las malezas eficazmente. El mayor rendimiento de calabaza se obtuvo en parcelas testigo desyerbadas a mano. No hubo diferencias significativas en rendimiento entre los tratamientos de herbicidas. En el segundo experimento, el tratamiento que mejor controló las malezas fue aplicación presiembra de 2.24 k.g, p.a./ha. de clomazone seguido por una aplicación de 0.56 k.g. p.a./ha. de paraquat, Metolachlor a razón de 2.24 y 4.48 kg. p.a./ha., y DCPA, a razón de 11.2 kg. p.a./ha. fueron eficaces para controlar las gramíneas, pero no las malezas de hoja ancha. Chloramben y DCPA, en aplicación en secuencia con paraquat a razón de 0.56 k.g. p.a./ha., controlaron mejor las malezas que cada uno aplicado solo. El mayor rendimiento de calabaza se obtuvo en parcelas tratadas con clomazone a razón de 2.24 kg. p.a./ha. + paraquat a razón de 0.56 kg. p.a./ha., seguido por las parcelas testigo desyerbadas a mano; finalmente por las parcelas tratadas con clomazone a razón de 1.12 k.g. p.a./ha. + paraquat a razón de 0.56 k.g. p.a./ha. No se encontraron diferencias significativas entre estos tres tratamientos.