Resumen
Se evaluó el efecto de alimentar corderos criollos en crecimiento con raciones totales conteniendo dos niveles porcentuales (D1 y D2) de nutrientes digeribles totales (NDT) sobre el consumo voluntario de materia seca (CVMS), la ganancia en peso diaria (GPD) y total (GPT) y la conversión alimenticia (CA). El efecto de las dietas sobre el rendimiento de la canal, rendimiento de cortes principales y al detal, y la calidad de la carne fueron evaluados luego del sacrificio. El rendimiento productivo se evaluó utilizando un diseño completamente aleatorio con dos tratamientos y tres repeticiones, usando la jaula como unidad experimental; se utilizaron 18 corderos criollos, tres por cada jaula. Las dietas que se evaluaron satisfacen los requerimientos nutricionales de proteína bruta (PB) (13.3%) con 66% y 73.33% de NDT, para D1 y D2, respectivamente. La D1 contenía 40% heno de gramíneas y 60% concentrado comercial y la D2 una proporción 66:34 de alfalfa y maíz picado. Ambas dietas fueron ofrecidas al 4% del peso vivo del animal en base seca (CDPV). Durante la prueba de rendimiento
productivo se determinó el estrés por calor utilizando como referencia el índice de temperatura-humedad (ITH) y los parámetros fisiológicos de los corderos: ritmo respiratorio (RR), ritmo cardiaco (RC) y temperatura rectal (TR). Después de 40 días de alimentación los corderos fueron sacrificados a un peso vivo promedio de 25 kg. Para determinar los rendimientos de la canal y calidad se utilizó el cordero individual como unidad experimental. Durante el proceso de la matanza se evaluó el peso de canal caliente y canal fría y sus repectivos rendimientos. Para la determinación de la calidad de la carne, se evaluó el pH, el color, la capacidad de retención de agua, la terneza y el contenido de nutrientes, utilizando el músculo Longissimus dorsi. El experimento se realizó bajo condiciones de estrés por calor con ITH mayores de 72 (ITH promedio de 77.23) y parámetros fisiológicos de RC promedio de 97.01 pulsaciones por minuto (pul/min) y RR promedio de 56.64 respiraciones por minuto (resp/min), valores mayores al óptimo considerado para ovinos en su zona de confort térmico. La TR promedio (39.25) se mantuvo dentro de los valores óptimos. Los valores óptimos para dichos parámetros son 39 a 40 °C de TR, 70 a 90 pul/min y 10 a 20 resp/min (Sheep Production Handbook, 2002). El CDPV fue mayor (P<0.01) en corderos alimentados con D2 (3.77%) que con D1 (3.35%). El alimento (g/d) consumido, ofrecido y rechazado fue similar para ambas dietas experimentales. En ambas dietas se logró la GPD establecida de 100 g/d (D1= 104.44 g/d y D2= 106.33 g/d). El peso de canal caliente (PCC) y canal fría (PCF) y rendimiento de la canal caliente (RCC) y canal fría (RCF) de los corderos fue similar entre tratamientos. Los PCC y PCF para D1 fueron 9.47 kg y 9.35 kg, respectivamente, mientras que con D2 se obtuvieron valores de 9.74 kg y 9.47 kg. El RCC fue: D1= 37.53% y D2= 38.87%, y en el RCF se obtuvieron valores de: D1= 37.03% y D2= 37.67%. El rendimiento de la nuca fue mayor (P<0.01) en los animales alimentados con D1 que con D2 y el rendimiento del fricasé fue mayor (P<0.03) en los corderos alimentados con D1 (9.35%) que con D2 (8.26%). Alimentar con diferentes niveles de NDT no tuvo efecto sobre la calidad de la carne. El pH fue mayor (P< 0.01) en las canales de corderos que fueron alimentados con D2 en comparación con D1. En resumen, alimentar corderos en crecimiento de hasta 25 kg promedio de peso con dietas que satisfacen los requerimientos proteicos y dos niveles porcentuales de NDT mayores al requerimiento (53%) bajo condiciones de estrés térmico no afectó su rendimiento productivo, rendimiento de la canal y cortes ni los parámetros de la calidad de la carne.