Control biológico de los insectos plaga en Puerto Rico: Revisión bibliográfica

Resumen

La primera observación documentada sobre control biológico de insectos en Puerto Rico fue hecha por el botánico Andrés Pedro Ledrú, quien llegó con una comisión de científicos franceses en el 1797. Más tarde (1880 al 1887) el alemán Johannes Gundlach clasifica avispas bracónidas del género Conura. En el año 1895 el español Fernando López-Tuero publica un tratado sobre la caña de azúcar y los efectos beneficiosos de Apanteles sp. y Euplectrus sp., dos parasitoides del taladrador de la caña, Diatraea saccharalis F. Desde entonces más de 75 enemigos naturales fueron introducidos, algunos muy efectivos como el sapo Bufo marinus L. para controlar los gusanos del suelo en la caña y otros parcialmente efectivos como el bracónido Mirax insularis Muesebeck, parasitoide del minador del café. También fueron exportados enemigos naturales de Puerto Rico hacia otros países tan lejanos como Mauritania. Sin embargo, con la aparición de los insecticidas clorados derivados del DDT, a principios de la década del 50, los trabajos de biocontrol disminuyeron dramáticamente y no fue hasta mediados de los años 80 que comenzó nuevamente a considerarse la lucha biológica como remedio al problema de las plagas. En Puerto Rico, la investigación ha sido enfocada principalmente en trabajos de taxonomía para reconocer la fauna endémica de enemigos naturales y la introducción de parasitoides/depredadores. Este trabajo presenta una revisión histórica y discusión de las tendencias o enfoques de la lucha biológica de plagas desde sus comienzos hasta la actualidad.