Título en español
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J., & Luis A. (1940). Título en español. Journal of Agriculture of the University of Puerto Rico, 24(3), 109–117. https://doi.org/10.46429/jaupr.v24i3.13597

Resumen

1. El nuevo método desarrollado por los autores en el estudio del sistema radical del cafeto en suelos del tipo Coloso (2) fué usado nuevamente para el estudio de las raíces de dicha planta en suelos del tipo Catalina. 2. Este nuevo método, brevemente descrito, requiere la excavación de bloques de tierra de un pie cúbico cada uno en el área asignada para cada arbusto. De esta tierra se separan las raíces que se lavan y se secan para determinar su peso. La excavación se hace por capas de un pie de profundidad y se continúa hasta aquella profundidad en la cual ya no existen más raíces. La excavación se hace de acuerdo con un mapa que representa el área asignada a cada arbusto con la ayuda del cual se puede determinar la posición exacta de las raíces obtenidas de cada bloque y la cantidad de raíces existentes en las diversas profundidades excavadas y la penetración vertical y lateral de las mismas. 3. El 95 por ciento de las raíces se encontraron en las 12 primeras pulgadas del suelo. 4. El suelo Catalina es muy deficiente en los principales elementos nutritivos y ello contribuye grandemente al bajo rendimiento de café obtenido por cuerda. La aplicación de fertilizantes indudablemente mejoraría la productividad de este suelo. 5. El desarrollo vigoroso de la parte aérea del cafeto depende de un sistema radical extensivo. 6. La proporción del peso de la parte aérea al peso de las raíces es constante y según los resultados obtenidos en este estudio es de 3 a 1. 7. Al seleccionar arbustos de partes aéreas y sistemas radicales vigorosos y bien desarrollados, el diámetro o grueso del tronco es mejor indicación de estas características que la altura o la expansión lateral de las ramas del arbusto. 8. El sistema radical del cafeto es completamente superficial y tiene en general la forma de un cono invertido. A los siete años se encontró que las raíces se extendían cuatro o más pies radialmente y que la penetración vertical era también de 4 pies. La siembra en el campo debe hacerse, pues, a distancias no menores de 8 x 8 pies.
https://doi.org/10.46429/jaupr.v24i3.13597
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