Título en español.

Resumen

Durante el verano de 1937, especialmente en la vecindad de Río Piedras, se pudo observar la difusión de una enfermedad atacando las hojas y las ramas de las siemprevivas (Gomphrena globosa L. y G. dispersa Standley). Se presenta esta enfermedad en las hojas inicialmente con manchas esparcidas, rara vez confluentes, pequeñas de 0.25 a 0.50 mm. de diámetro, circulares, amarillentas y bordeadas por una zona verde mate. Las lesiones al aumentar de tamaño pueden ser irregulares, confluentes y presentan los tejidos centrales necróticos y de color pardo claro y rodeados muy claramente por un área de color rojizo, persistente. Las hojas atacadas se deforman, mueren, cayéndose finalmente. En los tallos las lesiones muestran características similares, pero son generalmente irregulares, alargadas y unilaterales, pero en ciertas ocasiones son confluentes, rodeando el tallo y produciendo la muerte de la parte superior. Un examen microscópico de las lesiones muestra los tejidos serpenteados por el micelio tabicado de un hongo de donde emergen, sea a través de los tejidos o por estomas, los hacecillos de conidioforos simples, obscuros, continuos o tabicados, al extremo de los cuales se forman esporas mazudas, oliváceas y acres, tabicadas longitudinal y transversalmente, lo que cataloga a este organismo patógeno entre los hongos del género Alternaria. Siendo esta especie un nuevo record para Puerto Rico, se describe a continuación: Alternaria gomphrenae Togashii. En nuestro ambiente este hongo produce conidioforos obscuros, tabicados una o cinco veces transversalmente, solitarios o fasciculados, erguidos o inclinados, simples o ramosos. Los conidios oliváceos u ocres, mazudos, con el ápice extremadamente alargado y fino, con 1 ó 9 tabiques transversales y con o ningún tabique longitudinal; el contenido granular u oleaginoso, de 60 a 160 por 12 a 16 µ en tamaño. La enfermedad se manifiesta mayormente en épocas de lluvias frecuentes y en sitios donde hay poca aereación y mal avenamiento.