Título en español.
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Juan A. (1953). Título en español. Journal of Agriculture of the University of Puerto Rico, 37(2), 103–113. https://doi.org/10.46429/jaupr.v37i2.12755

Resumen

El problema de la salinidad del Valle de Lajas, en la parte suroeste de Puerto Rico, ha sido el resultado del desagüe inadecuado y de la evaporación de las escorrentías del agua salada de los pozos, usada para el riego. Estas aguas saladas han venido usándose, por muchos años, para regalía caña de azúcar en esta árida región. Toda la zona contiene alrededor de 10,000 acres de terrenos salados. El sistema de riego del Valle de Lajas, actualmente en construcción, podrá proveer agua a 24,000 acres de terrenos fértiles. Las tierras saladas de esta zona comprenden suelos salinos, salino-alcalinos y alcalinos no salinos. Los suelos salinos contienen una cantidad excesiva de sales libres, mientras que los alcalinos tienen gran cantidad de sodio intercambiable. Las sales libres en los terrenos se pueden lavar con agua de buena calidad, si el desagüe es adecuado. Esto quedó comprobado durante los experimentos que se llevaron a cabo en el campo. Para eliminar el sodio intercambiable en los suelos alcalinos, es necesario, también, añadirles yeso o azufre. La adición de estos ingredientes resulta económica, cuando la cantidad de sodio intercambiable presente no exceda de 5 miliequivalentes, poco más o menos, por cada 100 gramos de suelo. La presencia del calcio libre e intercambiable, en estos suelos salados, es abundante, y por lo tanto, favorable en cuanto a su eficaz reclamación. En uno de los experimentos hechos, la aplicación de 2 toneladas de yeso por acre a un terreno salado, produjo un aumento significativo en el rendimiento de la caña de azúcar, pero los jugos resultaron salados. Se observó que la caña creció pobremente en aquellas tierras saladas que contenían de 0.75 a 2.00 partes por millón de boro asimilable; de 0.53 a 1.19 por ciento de cloruro sódico; de 20.0 a 72.9 por ciento de sodio; valores pH entre 8.3 y 9.2; y donde la razón entre el calcio y el sodio fluctuó de 2.5 a 3.1. La caña de azúcar creció satisfactoriamente, cuando el terreno salado contenía de 4.5 a 11.4 por ciento de sodio y cuando la razón entre el calcio y el sodio fluctuó de 12.0 a 19.4.
https://doi.org/10.46429/jaupr.v37i2.12755
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