Título en español.
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Mario E. (1959). Título en español. Journal of Agriculture of the University of Puerto Rico, 43(2), 116–127. https://doi.org/10.46429/jaupr.v43i2.12549

Resumen

La gomosis, o la enfermedad de la goma de la piña, producida por la larva de una especie no descrita del género Batrackedra, Lepidoptera, continúa siendo un problema de importancia en el cultivo de la variedad Española Roja, que es la piña que más se siembra en la Isla. Es en el mercado de fruta fresca donde mayores estragos causa esta enfermedad. Se estima que las pérdidas que origina ascienden hasta un 50 por ciento. Hay otras pérdidas cuando se enlata la fruta, que aun no se han podido estimar. Otros estudios llevados a cabo anteriormente, en cuanto a la biología del insecto que causa la gomosis, señalaron que existe una relación entre la época en que florece la piña y la acción de ovipositar de la hembra de la Batrachedra. Durante 1956 y 1957 se llevaron a cabo dos experimentos, cuyos datos son los que se presentan en este trabajo. Los resultados señalan el hecho de que la gomosis puede combatirse eficazmente si las plantas se asperjan sólo durante la florecida. Anteriores experimentos llevados a cabo por el autor demostraron la eficacia de este combate químico, pero en aquellas ocasiones las aspersiones se aplicaron después de la florecida, espaciándolas cada 2 ó 3 semanas. Generalmente, sólo dos aspersiones del insecticida fueron necesarias para obtener el completo control de la gomosis, sin embargo, cuando se compararon los insecticidas individualmente, el uso de una o de dos aspersiones no demostró diferencia significativa alguna. El índice de gomosis fué mayor en la fruta cosechada en el lado del banco expuesto al sol que en la del lado sombreado. Cuando hubo índices altos de gomosis en las frutas, el uso de dos aspersiones fué superior al de una sola aspersión. Se han incluido en este trabajo los datos sobre la cantidad de residuos que dejan los insecticidas usados sobre la fruta completa y sobre la cáscara y la pulpa. La cantidad de residuos que dejan dos aspersiones de toxafeno o heptacloro, o una de clordano, son menores que las toleradas. Las cantidades de residuos que deja el endrín sobrepasan la tolerancia de cero establecida para este insecticida. Aun no hay datos sobre la cantidad de residuos que deja el rotano, ni sobre las de los insecticidas paración y malación.
https://doi.org/10.46429/jaupr.v43i2.12549
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