Resumen
El comportamiento de tres especies de plantas: yerba Sudan (sorgo sudanense), sojas y maíz, sembradas en suelos ácidos del sureste de los Estados Unidos y de Puerto Rico, se estudió en condiciones de invernadero. Las plantas se sembraron en tiestos. A los suelos se les administraron varios niveles de encalado para que el pH variara de 3.9 a 6.7, y el contenido en aluminio entre 0 y 5.66 miliequivalentes por 100 g. de suelo. Se recolectaron datos de la producción de materia seca correlacionada con el pH. Este también se correlacionó con la actividad iónica del aluminio y el manganeso en la solución de los distintos suelos. De los seis suelos usados, dos (Catalina y Coto, de Puerto Rico), se clasificaron como Oxisols y los otros cuatro (Bladen, Lucedale y Norfolk, de Estados Unidos y Humatas, de Puerto Rico) como Ultisols. Los datos relativos a los distintos suelos mostraron diferencias notables en la actividad iónica. Los Oxisols mostraron gran actividad iónica del manganeso, mientras que en el caso de los Ultisols el aluminio fue más activo. Los suelos de Puerto Rico arrojaron mayor actividad iónica, tanto del aluminio como del manganeso, al compararse con los del sureste de los Estados Unidos. De las tres especies de plantas estudiadas, la yerba Sudan pareció ser la más sensitiva a los valores bajos de pH y a las altas concentraciones de aluminio. Por otro lado, las sojas y el maíz respondieron en forma parecida en algunos suelos, pero variaron en otros. En términos generales puede decirse que se observaron tres patrones de respuesta, pero no fue posible establecer un patrón definido entre especies o entre suelos. A base de la frecuencia en que ocurrieron, los tres patrones de respuesta fueron los siguientes: 1) aumento en la producción a medida que ascendia el pH, lográndose el mayor aumento entre pH 5 y 6, seguido por una muy leve respuesta a pH superior a 6; 2) ninguna respuesta a ascensos en el pH; 3) aumento constante en la producción a medida que ascendía el pH hasta un máximo entre 5 y 6, seguido por una disminución en producción a pH que se aproxime a 7. Los datos confirman la teoría de que el pH crítico para el crecimiento de las plantas es corrientemente más bajo en los suelos de Puerto Rico que en los del sureste de los Estados Unidos. También puede concluirse que la experiencia obtenida con el encalado en zonas templadas pudiera utilizarse en zonas tropicales si se toman las debidas providencias.