Desarrollo de una hoja de cernimiento para evaluar sensibilidad en el cuidador primario[1][2]

The development of a screening to assess sensitivity in the primary caregiver

Sylvia Martínez-Mejías[3]

Juliana Seda-Raffucci[4]

Resumen

El presente estudio tuvo el propósito de desarrollar una Hoja de Cernimiento para evaluar Sensibilidad en el Cuidador Primario. Se definió la sensibilidad materna como la habilidad para percibir e interpretar adecuadamente las señales y comunicación del hijo, y responder apropiadamente a ellas. El cernimiento se diseñó a partir de las categorías del “Child and Adult Relationship Experimental Index” (CARE-Index) que ha sido ampliamente utilizado y validado para evaluar sensibilidad materna. Se llevó a cabo un análisis entre jueces utilizando el análisis estadístico de relación de validez de contenido (CVR). La Hoja de Cernimiento resultó ser adecuada para identificar sensibilidad en el cuidador primario por lo que se utilizó en una muestra típica de 53 díadas puertorriqueñas con niños entre 0 y 30 meses para determinar la confiabilidad del constructo. Se utilizó SPSS Versión 25 para obtener el índice de confiabilidad interna Alfa de Cronbach (⍺). Los resultados demuestran que el instrumento tiene confiabilidad interna y hay consistencia entre las categorías a evaluar. Se discuten limitaciones del estudio.

Palabras claves: sensibilidad materna, cuidador primario, desarrollo socioemocional, confiabilidad, validez

Abstract

The present study was intended to develop a screening form to assess sensitivity in the primary caregiver. Maternal sensitivity was defined as the mother’s ability to perceive and interpret accurately her infant’s signals and respond appropriately. The screening was designed from the categories of the Child and Adult Relationship Experimental Index (CARE-Index), which has been widely used and validated to assess maternal sensitivity. The analysis was carried out between judges using the Content Validity Ratio Statistical Analysis (CVR). The screening assessment proved to be adequate to identify sensitivity in the primary caregiver. Afterwards, it was used with a typical sample of 53 Puerto Rican dyads with children between 0 and 30 months to determine the reliability of the construct. The analysis was done with SPSS Version 25 to obtain Cronbach’s Alpha (⍺) internal consistency. The results reveal that the screening has reliability and there is consistency between the categories to be assessed. Limitations of the study are discussed.

Keywords: maternal sensitivity, primary caregiver, socioemotional development, reliability, validity

 

Introducción

El presente trabajo pone en evidencia la necesidad de contar con instrumentos sensibles que viabilicen la consideración de los lazos afectivos al tomar decisiones que impactan la vida de niños en Puerto Rico. Desde el desarrollo de la teoría de apego propuesta por Bowlby (1956), y ampliada por Ainsworth a mediados del siglo XX, la relación materno-infantil se constituye como parte fundamental en el estudio del desarrollo humano. La teoría de apego apunta a que la calidad de la interacción aporta de manera crucial a la forma en que el infante se construye psíquicamente. Las aportaciones de Ainsworth viabilizan el estudio de la calidad de los vínculos afectivos por su impacto en el desarrollo temprano. En sus estudios, Ainsworth observó la sensibilidad de la madre ante las señales del infante, donde encontró una correlación significativa entre el apego seguro y la sensibilidad materna. Inicialmente, la autora definió sensibilidad materna como “la habilidad de la madre para percibir e interpretar adecuadamente las señales y comunicación de su hijo y responder apropiadamente” (Ainsworth, 1967, p. 56).

El concepto de sensibilidad materna ha sido ampliamente abordado en la literatura pues se considera un antecedente para la seguridad del apego de los niños (Svanberg, Mennet & Spieker, 2010; Tryphonopoulos, Letourneau & Ditommaso, 2014; Van Ijzendoorn, Vereijken, Bakermans‐Kranenburg & Riksen‐Walraven, 2004). La literatura constata que en diversos contextos y culturas la sensibilidad materna promueve patrones de apego seguro y fomenta un desarrollo infantil saludable (Baumwell, Tamis-LeMonda, & Bornstein, 1997; Mesman & Emmen, 2013; Posada et al., 2016; Van der Voort, Juffer, & Bakermans-Kranenburg, 2014; Van Ijzendoorn & Sagi-Schwartz, 2008).  

Investigadores en el área de apego se han dirigido a estudiar los efectos de la sensibilidad materna en las distintas etapas del desarrollo. Los resultados de Raby, Roisman, Fraley y Simpson (2015) apuntan a que la sensibilidad materna en etapas tempranas tiene un valor predictivo para el desarrollo social y académico. Esto coincide con los hallazgos de Fraley, Roisman y Haltigan (2013), que evidencia la asociación entre la sensibilidad materna durante los primeros tres años de vida y las destrezas sociales y académicas hasta la adolescencia. Asimismo, durante el periodo preescolar, estudios señalan la importancia de cuidados sensibles para un desarrollo saludable, puesto que a mayor sensibilidad materna, se manifiestan menos dificultades en niños preescolares (Kok et al., 2013).

Diversas investigaciones establecen la importancia de identificar y describir la sensibilidad entre el cuidador principal y el niño (Mills-Koonce, Appleyard, Barnett, Putallaz, & Cox, 2011; Mills-Koonce et al., 2015; Svanberg et al., 2010). Con este propósito, se han elaborado varios instrumentos basados en el concepto de sensibilidad de Ainsworth, Blehar, Waters y Wall (2015). Estos varían en su enfoque, en términos del grupo de edad, escenario de observación, así como las consideraciones teóricas y prácticas de los instrumentos. Mesman y Emmen (2013) identificaron la falta de literatura que contemple una comparación sistemática entre los instrumentos para informar a otros investigadores sobre las respectivas diferencias en la representación del concepto de sensibilidad.

Cerezo, Pons-Salvador y Trenado (2011) cuestionaron la conceptualización generalizada de la sensibilidad, subrayando la complejidad de dicho constructo. Para estos, la sensibilidad del cuidador se refiere a los procesos interactivos en los que el infante está inmerso, y cuya experiencia genera los modelos de representación del otro, de sí mismo y del mundo. Por su parte, Tétreault, Bouvette-Turcot, Bernier y Bailey (2017) señalaron que la sensibilidad materna se examina desde diversos sistemas de codificación y marcos teóricos, por lo que se estudian diferentes componentes de la sensibilidad materna. Esto puede generar inconsistencias si se toma en consideración el constructo sin el marco conceptual.

Para este estudio se utilizó como base el CARE-Index, un sistema de codificación para evaluar sensibilidad materna. El procedimiento evalúa la sensibilidad del adulto en el contexto de la díada cuidador e infante. Fue desarrollado por Crittenden (2010), bajo la supervisión de Mary Ainsworth y con la colaboración de John Bowlby, a partir de su trabajo durante los años ‘70 con mujeres acusadas de negligencia o abuso. La autora señaló que el CARE-Index no evalúa la sensibilidad según las características del cuidador y el niño de forma aislada, sino en el contexto de la interacción. La autora define la sensibilidad materna como un patrón didáctico de conducta responsiva, manifestada por el adulto, quien calma y conforta al infante para reducir su angustia o desinterés (Crittenden, 2008).

El sistema de codificación del instrumento (CARE-Index) considera siete aspectos de las conductas de interacción, afectivas y cognitivas. Entre las conductas de afecto incluyen la expresión facial, la expresión verbal, la posición y el contacto físico, y la expresión de los afectos. Con respecto a las contingencias temporales (aspecto cognitivo), se toma en cuenta la toma de turnos, el control y la selección de actividad de la díada. Tal como se explica en el manual del CARE-Index, cada aspecto se codifica en términos de la sensibilidad, el control y la falta de respuesta de la díada mediante una sesión de juego de tres minutos (Crittenden, 2010).

El CARE-Index se desarrolla inicialmente para infantes de cero a 15 meses y luego se adaptó para niños de hasta 36 meses de edad (Crittenden, 2010). En la mayoría de los estudios, el CARE-Index ha sido empleado en interacciones materno-infantil. Sin embargo, diferentes autores han utilizado el instrumento en interacciones entre el padre y el niño para observar la importancia de las funciones paternas en el desarrollo social y cognitivo (Kelley, Smith, Green, Berndt, & Rogers, 1998).

Crittenden y Bonvillian (1984) enfatizaron el creciente interés por el desarrollo de instrumentos derivados de la teoría de apego para evaluar aspectos relevantes en la interacción cuidador primario/niño. Dentro de estos, el tipo de sensibilidad en la interacción ha resultado ser un indicador de situaciones de riesgo, lo que ha permitido el desarrollo de intervenciones dirigidas a trabajar con las familias (Ayissi & Hubin-Gayte, 2006; Ciotti, Lambruschi, Pittino, & Crittenden, 1998; Crittenden & Bonvillian, 1984; Crittenden & Landini, 2011). Se destaca que el CARE-Index no evalúa apego en tanto no se presenta una situación que genere tensión y provoque que los involucrados tomen medidas de autoprotección, como ocurre en el conocido Procedimiento de la Situación Extraña. No obstante, provee información sobre sensibilidad materna que ha sido altamente correlacionada con la calidad del apego.

La literatura indica que las puntuaciones del CARE-Index tienen un valor predictivo en la calidad del apego, según se reflejó en Estados Unidos usando el Procedimiento de la Situación Extraña (Fuertes, Lopes-dos-Santos, Beeghly, & Tronick, 2009), y en Chile (Valenzuela, 1997). Los estudios citados evidencian transformaciones en la sensibilidad y la calidad del vínculo a partir de intervenciones clínicas.

Farkas, Olhaberry, Santelices y Cordella (2017) analizaron los resultados del estudio con los modos de crianza a nivel cultural. A tono con Keller (2013), indicaron que la sensibilidad materna y los estilos de apego están asociados a las características familiares y prácticas de crianza, cuyas tendencias se reflejan culturalmente. Es por esto por lo que estos autores establecieron la importancia de considerar las características singulares que se manifiestan culturalmente, en tanto desbordan los estilos de apego y la sensibilidad materna. Los resultados de Farkas y colaboradores  identificaron la necesidad de desarrollar intervenciones clínicas a nivel de política pública, para promover la calidad de las relaciones tempranas. Sin embargo, subrayan la importancia de preservar las diferencias culturales. Además, exhortaron a considerar las desventajas socio-económicas y educativas, que al igual que en Posada y colaboradores (2016), afectaron la calidad de los cuidados. La literatura consultada lleva a considerar los aspectos culturales y socioeconómicos al momento de analizar las relaciones tempranas.

Una revisión sistemática realizada por Mesman y Emmen (2013) sobre instrumentos que evalúan sensibilidad parental, además del CARE-Index, apunta a la viabilidad del uso del concepto de sensibilidad, en tanto tiene un valor predictivo para describir la calidad de las relaciones. Estos investigadores indicaron que el cernimiento de la sensibilidad parental promueve la transformación de la relación tras arrojar luz en las intervenciones clínicas. Los instrumentos coinciden en que la sensibilidad no solo es evaluada con la madre, sino también con el padre u otro cuidador primario. El estudio evidencia que la sensibilidad parental es un fenómeno universal y a lo largo del ciclo vital. No obstante, Mesman y Emmen exhortaron a llevar a cabo estudios sobre sensibilidad en países fuera de Europa y Estados Unidos, considerando la variabilidad cultural en la forma de manifestar las relaciones afectivas.

La literatura plantea que los patrones de apego son universales, aunque estos varían en función del contexto sociocultural. Los hallazgos de Ekmekci y colegas (2015) sugirieron que los entendidos sobre el concepto de sensibilidad coinciden entre madres y profesionales de diversos contextos culturales. El propósito de su estudio fue justificar ese planteamiento en diferentes culturas (Holanda, Marruecos, Turquía, Surinam) y profesionales de salud mental, así como en madres de raza étnica Antillana en los Países Bajos y Turquía. Mediante el instrumento “Maternal Behavior Q-Sort” (Pederson, Moran, & Bento, 1999) identificaron que el concepto de sensibilidad converge y es consistente con las conductas que se consideran indicativas a sensibilidad entre expertos. Los resultados sugieren que las intervenciones tempranas con enfoque en sensibilidad parental se ajusta a las creencias o entendidos en diferentes grupos socio-culturales (Ekmekci et al., 2015).

A partir de un enfoque socio-cultural, el estudio de Posada y colaboradores (2016) evidencia la asociación entre sensibilidad materna y la seguridad del niño durante etapas tempranas. Esto es así en los diferentes contextos socioculturales que se incluyen en la investigación, tales como Colombia, México, Perú y los Estados Unidos. Estos utilizaron instrumentos para describir la conducta de la madre y el niño mediante el “Maternal Behavior for Preschoolers Q-Set” (Waters & Deane, 1985) y el “Attachment Q-Set” (Waters, 1987). De los instrumentos se desprende una descripción de la calidad de los cuidados, puntuándose las interacciones armoniosas de la madre en relación con el niño, la madre como base segura, la supervisión y los límites que esta estableciera. Los hallazgos de Posada y colegas  sugieren una correlación entre la educación de la madre y los cuidados sensibles.

En términos generales, las experiencias infantiles con padres sensibles conducen a un desarrollo psicosocial saludable para el niño que impacta sus demás relaciones, prolongándose hasta la adultez (Crittenden, 1992; Grossmann & Grossmann, 2010). La literatura revisada demuestra la relevancia de estudiar las relaciones tempranas, cuyo impacto se extiende durante todo el periodo de la vida humana. Las intervenciones clínicas que surgen a partir del cernimiento de la sensibilidad materna resultan efectivas para transformar la calidad de las relaciones. En términos del desarrollo de políticas públicas, el uso de instrumentos que evalúan sensibilidad materna, evidencia resultados prácticos, costo-efectivos y eficaces para intervenciones en el desarrollo temprano. En vías de aportar al desarrollo de las relaciones tempranas en díadas puertorriqueñas, se construyó una hoja de cernimiento partiendo de los constructos de una escala previa (CARE-Index). Se desarrolló una hoja de cernimiento para facilitar al especialista identificar señales de riesgo o factores protectores en el área de sensibilidad en díadas puertorriqueñas con niños/as entre 0 y 30 meses de edad.

Metodología

Se llevó a cabo una investigación tipo instrumental dirigida a explorar la validez de contenido de una Hoja de Cernimiento para evaluar sensibilidad en el cuidador primario (Ato, López, & Benavente, 2013). Se utilizó un diseño descriptivo observacional que permitió validar constructos en la relación entre niños y cuidadores (Montero & León, 2007). El alcance del estudio es uno exploratorio.

Participantes

La investigación se llevó a cabo con un grupo de díadas materno-infantil y paterno-infantil. Un total de 53 díadas puertorriqueñas fueron reclutadas por disponibilidad en el área metropolitana. El estudio contó con la aprobación del Comité Institucional para la Protección de los Seres Humanos en la Investigación (CIPSHI) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto Río Piedras. Participaron 44 madres y 9 padres biológicos que se consideraban cuidadores primarios de los niños. Al momento del estudio la edad de los infantes oscilaba entre un mes y treinta meses. Además, los cuidadores tenían entre 16 y 37 años.

Los centros de cuido que participaron del proyecto fueron el Centro de Desarrollo Infantil de la Escuela de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas, varios centros Early Head Start (Toa Baja, Bayamón, Corozal, Guaynabo, Barrio Río, Cantera y Monacillo) así como el Laboratorio de Psicología de la Universidad de Puerto Rico. Entre los criterios de inclusión se establecieron que la madre o el padre tuviese custodia del niño y aceptara ser grabado en una sesión de juego durante un período aproximado de tres minutos. Se incluyó además completar un cuestionario de datos sociodemográficos. El Consentimiento Informado fue obtenido para los cuidadores primarios, así como la autorización para la participación de los infantes/niños.

Desarrollo del Instrumento

Durante el estudio se elaboró la Hoja de Cernimiento sobre Sensibilidad en el Cuidador Primario para Niños entre 0 y 30 meses de edad. Esta hoja es una adaptación del CARE-Index, un sistema de codificación para evaluar sensibilidad materna.

El propósito de la Hoja de Cernimiento desarrollada en este estudio es servir como medida inicial para describir las conductas que se observan en la interacción cuidador-niño e identificar el nivel de sensibilidad en la díada. La evaluación de la sensibilidad en el cuidador primario puede reflejar indicadores de riesgo que requieran el referido a una evaluación formal. La Hoja de Cernimiento incluyó los siete aspectos de la conducta que contiene el CARE-Index. Estos se dividen en categorías relacionadas a los afectos (expresión facial, expresión verbal, posición y contacto físico, y expresión de afecto) y los vinculados a aspectos cognitivos (toma de turnos, control y selección de actividad). Las categorías se evalúan tanto en el cuidador como en el infante a través de la relación durante una sesión de juego de tres minutos.

Las conductas descritas en la Hoja de Cernimiento que se desarrolló en el estudio se evalúan a través de una Escala Likert de cinco puntos donde 1 significa conducta No presente; 2 Poco; 3 Adecuacidad; 4 Mucho y 5 Excesivo. La técnica de Likert, desarrollada en los años 30, permite asignar valores numéricos a observaciones. Según Vaske, Beaman y Sponarski (2017) es una técnica muy útil en las ciencias sociales. En esencia se refiere a una escala sumatoria que permite obtener un valor de las respuestas a la escala. Para propósitos de la Hoja de Cernimiento, las puntuaciones no van en orden ascendente ni descendente. Una conducta esperada o adecuada en cada indicador es aquella que obtiene una puntuación intermedia, esto es, una puntuación de tres. Pues como establece Crittenden (2010) en su elaboración amplia sobre las propuestas de Ainsworth (1967), ambos extremos conducen a conductas vinculadas a cuidadores no responsivos (puntuaciones de 1 y 2) y conductas vinculadas a cuidadores controladores (puntuaciones de 4 y 5), lo que sugiere la necesidad de intervención con la díada pues no se evidencia sensibilidad en el cuidador.

Procedimiento

Se elaboró un análisis de jueces para obtener validez de contenido de la Hoja de Cernimiento. Para determinar la validez del contenido de la Hoja de Cernimiento sobre Sensibilidad en el Cuidador Primario para Niños entre 0 y 30 meses de edad, se llevó a cabo un análisis entre jueces utilizando el análisis estadístico de relación de validez de contenido (Ayre & Scally, 2014). De acuerdo con estos autores, este método tiene como propósito garantizar que un instrumento evalúe el contenido que pretende evaluar. Durante este proceso se consultó a un grupo de peritos de diferentes disciplinas con experiencia en el área de vinculación afectiva. El criterio para determinar su peritaje fue el dominio y uso de la teoría de vinculación afectiva en su trabajo clínico y de investigación. La preparación de los jueces varió entre profesionales en psicología clínica, trabajadores sociales y funcionarios del Departamento de la Familia. Esto para establecer si la Hoja de Cernimiento sobre sensibilidad refleja de manera plausible las conductas que se observan en interacciones diádicas.

Se les facilitó el material requerido para la comprensión de las categorías en que se desglosaron los siete indicadores de sensibilidad. Se les envió una carta solicitando su participación como juez, explicando el procedimiento y el propósito del estudio. Se les proveyó, además, dos tablas en las que se describieron los indicadores de sensibilidad. La primera tabla presentó ejemplos de conductas a observar en niños entre 0 y 15 meses, y la segunda tabla presentó ejemplos de conductas a observar en niños entre 16 y 30 meses. La distinción entre ambas tablas es la etapa de desarrollo en la que se encuentra el niño, porque de ello dependerá cómo se manifiestan los indicadores de sensibilidad (Crittenden, 2010).

Además de la Hoja de Cernimiento sobre Sensibilidad en el Cuidador Primario para Niños entre 0 y 30 meses de edad, se les entregó una plantilla para jueces donde podían hacer comentarios e identificar el criterio de observación como “esencial”, “útil pero no pertinente” o “no pertinente”. De acuerdo con Ayre y Scally (2014), este método de validación de contenido, inicialmente propuesto por Lawshe (1975), se ha utilizado en diversas ramas de la salud, educación y psicología.

La evidencia de validez por contenido fue efectuada mediante 10 jueces con especialidades que cumplían con los criterios de formación académica y experiencia en el área de vinculación afectiva. Inicialmente se hizo el acercamiento a 16 jueces, pero solo se obtuvo la respuesta de 10 expertos. Se les consultó sobre el grado de adecuación de las categorías y se consideró el análisis estadístico de relación de validez de contenido (Ayre & Scally, 2014). Se utilizó la siguiente fórmula para medir los valores que contienen el mínimo de jueces necesarios para demostrar la validez del contenido. Esta fórmula considera el CVR crítico, lo que se refiere al valor exacto para que la proporción de jueces en un panel que califican una categoría como “esencial”, sea suficiente para la validación del instrumento. El valor z es la aproximación normal del binomio y el valor N se refiere al número total de jueces (Ver Figura 1).

Figura 1

Fórmula para demostrar la validez del contenido

Nota: La abreviación CVR se refiere a la relación de validez de contenido, z es la aproximación normal del binomio, y N es el número total de jueces.

En este estudio participaron 10 jueces, y nueve fue el valor mínimo que adjudicaron los autores para validar una categoría como esencial (Ayre & Scally, 2014). Las categorías que obtuvieron un valor menor de nueve fueron las siguientes: control y selección de actividad en el cuidador, y en el niño. A pesar de que la literatura señala que el control en el cuidador es un indicador de falta de sensibilidad, se eliminó la categoría tanto en las observaciones del cuidador como en las del infante, debido a que se entendió que el control podía manifestarse en otra de las categorías a evaluar. No obstante, la categoría de selección de actividad se mantuvo, puesto que la literatura ha evidenciado que la selección de una actividad refleja cuánta sensibilidad tiene un cuidador para adaptarse a las necesidades e intereses del niño. Consideramos útil mantener esta categoría de evaluación. Los dos jueces que no identificaron esa categoría como esencial indicaron que era útil pero no pertinente. Teóricamente, la selección de actividad es un criterio importante puesto que informa al observador sobre las actividades que eligen tanto el cuidador como el infante para involucrarse en un juego recíproco. Además, provee información sobre cuán sensible es el cuidador con respecto a la etapa del desarrollo en la que se encuentra el niño, así como a las modificaciones que debe hacer para trabajar en la zona próxima al desarrollo del niño (Crittenden, 2008).

Se integraron las recomendaciones de los jueces en el proceso de evaluación. Se realizó una modificación a la Hoja de Cernimiento que consistió en añadir información bajo las seis categorías que se mantuvieron, a modo de especificar conductas para guiar al evaluador durante el proceso de codificación. Entendimos que la modificación al instrumento facilita el proceso de codificación puesto que se describen las conductas que se deben observar en las díadas dentro de cada categoría.

Una vez adaptada la Hoja de Cernimiento, se procedió a realizar el estudio piloto para determinar la confiabilidad del instrumento. Se utilizó una muestra típica de 53 díadas puertorriqueñas para codificar la sesión de juego. Luego del reclutamiento, y en un ambiente natural para el niño, se grabó en video la interacción del juego entre el cuidador y el infante/niño por un periodo de tres minutos. Las grabaciones se llevaron a cabo en el hogar, el centro de cuido o una sala de juego. Posteriormente, dos evaluadoras, la investigadora principal y la asistente de investigación, codificaron individualmente cada video utilizando la Hoja de Cernimiento sobre Sensibilidad en el Cuidador Primario para Niños entre 0 y 30 meses de edad. Se utilizó el “Statistical Package for the Social SciencesVersión 25 (SPSS) para obtener el Alpha de Cronbach (⍺) y determinar la consistencia interna del instrumento. La literatura ha evidenciado que ese análisis es la medida más utilizada para evaluar confiabilidad (Tavakol & Dennick, 2011). Fue desarrollada por Cronbach en 1951 y su valor se expresa entre 0 y 1. Según Tavakol y Dennick, hay una tendencia en la literatura a considerar valores entre .70 y .95 como adecuados.

Resultados

La consistencia interna de la Hoja de Cernimiento para evaluar sensibilidad en el cuidador primario fue analizada utilizando un Alpha de Cronbach. La Tabla 1 presenta los resultados obtenidos.

Tabla 1

Análisis de Confiabilidad de la Hoja de Cernimiento-Cuidador y Niño

Nota. La n corresponde a la cantidad de criterios evaluados para determinar la consistencia interna del instrumento. Se evaluaron 30 criterios en el cuidador y 30 criterios en el niño.

Análisis de Confiabilidad de la Hoja de Cernimiento-Cuidador y Niño

Se realizaron dos análisis independientes pues el cuidador y el niño son muestras diferentes. A pesar de que se evalúa la díada, las observaciones se realizaron considerando cada muestra en interacción. Los resultados reflejaron diferencias significativas entre los ⍺ obtenidos de las codificaciones por la investigadora principal y los obtenidos por la asistente de investigación, lo que valida la necesidad de adiestramiento formal para el uso del instrumento. Los análisis se interpretaron a partir de los datos codificados por la investigadora principal. Considerando el ⍺ obtenido por la investigadora principal, los resultados evidencian un ⍺ de .96 en las Observaciones del Cuidador y un ⍺ de .97 en las Observaciones del Niño, reflejando confiabilidad en el instrumento en general.

El Alpha de Cronbach de las categorías a observar en el Cuidador fluctuó entre .69 y .88. El ⍺ de las categorías a observar en el Niño fluctuó entre .76 y .93. Cada categoría se componía de cinco premisas que indican una conducta a observar. Cada premisa fue analizada utilizando el “Corrected Item Total Correlation” (CITC). Este análisis permite correlacionar cada reactivo de manera individual con el resto de la escala. Diversos estudios han indicado que puntuaciones mayores a .30 son adecuadas (Tavakol & Dennick, 2011). El desglose de las puntuaciones se presenta en la Tabla 2.

Análisis de correlación entre las conductas observadas en cada categoría y la totalidad de la escala

En la categoría de Expresión Facial-Cuidador el CITC fluctuó entre .152 y .654 con solo un indicador bajo el nivel de una puntuación adecuada.  En la Expresión Verbal-Cuidador el CITC fluctuó entre .637 y .785, reflejando una correlación adecuada. En la categoría Posición y Contacto Físico-Cuidador el CITC fluctuó entre .444 y .823, reflejando una correlación adecuada. En la categoría Afecto-Cuidador el CITC fluctuó entre .589 y .799, reflejando una correlación adecuada. En la categoría Toma de Turno-Cuidador el CITC fluctuó entre .547 y .816, reflejando una correlación adecuada. En la categoría Selección de Actividad de Juego-Cuidador el CITC fluctuó entre .490 y .772, reflejando una correlación adecuada. Con respecto a las observaciones en el Niño, los análisis se proyectaron de forma similar. En la categoría de Expresión Facial-Niño el CITC fluctuó entre .030 y .776 con solo un indicador bajo el nivel de una puntuación adecuada. En la Expresión Verbal-Niño el CITC fluctuó entre .754 y .845, reflejando una correlación adecuada. En la categoría Posición y Contacto Físico-Niño el CITC fluctuó entre .376 y .835, reflejando una correlación adecuada. En la categoría Afecto-Niño el CITC fluctuó entre .720 y .799, reflejando una correlación adecuada. En la categoría Toma de Turno-Niño el CITC fluctuó entre .765 y .867, reflejando una correlación adecuada. En la categoría Selección de Actividad de Juego-Niño el CITC fluctuó entre .672 y .878, reflejando una correlación adecuada.

Tabla 2

Análisis de correlación entre las conductas observadas en cada categoría y la totalidad de la escala

Nota. La abreviación CITC se refiere a “Corrected Item Total Correlation”.

Discusión

Un análisis general de los resultados reveló que la Hoja de Cernimiento desarrollada para evaluar sensibilidad en el cuidador primario es un instrumento confiable para observar conductas asociadas a sensibilidad. A través del análisis de jueces se concluyó que la Hoja de Cernimiento cuenta con buena consistencia interna. En el estudio piloto, mediante el análisis del Alpha de Cronbach, la Hoja de Cernimiento mostró confiabilidad interna, por lo que resulta adecuada para evaluar sensibilidad en el cuidador primario con niños entre 0 y 30 meses de edad.

De los análisis obtenidos en el estudio piloto resulta relevante discutir la diferencia significativa entre los resultados obtenidos entre la codificación de la investigadora principal y la asistente de investigación. El resultado resalta lo que la literatura ha señalado sobre la importancia de contar con adiestramiento formal, particularmente en las ciencias de la conducta humana, en el uso de instrumentos que pretenden categorizar aspectos de la subjetividad. El uso de instrumentos o procedimientos en el área de vinculación afectiva requiere que el evaluador reciba adiestramiento formal en el uso de la observación como técnica, así como en el análisis e interpretación sobre la dinámica de las relaciones entre un niño y su cuidador.

Al analizar detalladamente el Alpha de Cronbach a partir de la codificación de la investigadora principal, los resultados implican que, en términos generales, la Hoja de Cernimiento puede ser utilizada con la población puertorriqueña para realizar un cernimiento sobre sensibilidad en el cuidador primario. Un ⍺ de .966 en las observaciones al Cuidador y un ⍺ de .970 en las observaciones al Niño sugiere que el instrumento es confiable con respecto a los constructos que interesa evaluar. El análisis del ⍺ de cada categoría de evaluación en el instrumento reveló que las mismas eran confiables y útiles como indicadores de sensibilidad. Sin embargo, cuando se analizan los datos detalladamente y se correlacionan las premisas dentro de cada categoría con el resto de la escala, los resultados evidencian datos significativos. Tanto en las observaciones al Cuidador como en las observaciones al Niño, la premisa Mirada esquiva dentro de la categoría de Expresión Facial obtuvo un CITC significativamente bajo (.152 en el Cuidador y .030 en el Niño). El identificar la mirada esquiva tanto en adultos como en niños requiere de una conceptualización particular. Es una conducta que puede ser interpretada erróneamente por factores como falta de adiestramiento y consideraciones culturales, entre otras. Los resultados sugieren dificultades en términos metodológicos pues la construcción de la premisa genera confusión, lo que puede conducir a una interpretación errónea del constructo. Dado los resultados estadísticos obtenidos y el análisis que sugiere que el constructo puede generar confusión al momento de codificar, determinamos eliminar el reactivo Mirada esquiva de la Hoja de Cernimiento. Lo anterior implica que en términos estadísticos se recomienda recalcular el Alpha de Cronbach y los CITC del instrumento para obtener una medida más específica sobre la confiabilidad del instrumento.

Los resultados invitan a una reflexión sobre las limitaciones del estudio para evitar asumir posturas categóricas. Como parte de las limitaciones del estudio, se plantea que una vez se modificó el instrumento a partir del análisis de jueces, el mismo no fue revisado nuevamente por el panel de expertos. Eso representa una limitación en tanto el instrumento que fue evaluado por el panel de jueces no fue el que se utilizó en el estudio piloto. Para codificar las díadas se utilizó el instrumento modificado.

Por otra parte, a pesar de que los análisis cuantitativos del ⍺ y el CITC en las categorías de compulsividad y pasividad fueron adecuados, a nivel cualitativo se recomienda una revisión de estas para redactarlas a nivel de descripciones concretas. Eso facilita que el personal que intervenga con díadas como, por ejemplo, enfermeras, no requieran de un adiestramiento formal para el uso de la Hoja de Cernimiento y puedan identificar señales de riesgo y posteriormente referir a un profesional con adiestramiento formal en el área de vinculación afectiva. La literatura ha evidenciado que los instrumentos o procedimientos para evaluar la calidad de la relación materno infantil son relevantes para identificar factores de riesgo y factores protectores a lo largo de la vida del ser humano por lo que debemos contar con medidas que faciliten la prevención temprana (Farnfield & Holmes, 2014; Mesman & Emmen, 2013; Perea Velasco, Martínez-Fuentes, Pérez-López, & Díaz-Herrero, 2011; Tryphonopoulos et al., 2014).

Es necesario modificar las premisas de modo tal que el evaluador pueda tener mayor claridad al momento de puntuar la observación. De igual modo, un análisis cualitativo de los resultados sugiere que se debe añadir indicadores con respecto a poblaciones con necesidades especiales. Las conductas manifiestas por niños con deficiencias en el desarrollo varían significativamente y, según están redactadas las premisas, el evaluador puede codificar erróneamente y concluir falta de sensibilidad en la díada. Se sugiere administrar la Hoja de Cernimiento a poblaciones vulnerables para realizar un análisis comparativo entre los resultados con población típica y atípica.

La literatura ha evidenciado ampliamente la correlación entre sensibilidad en el cuidador primario y estabilidad en el desarrollo socioemocional del niño (Bernard, Meade, & Dozier, 2013; Crittenden, 2008; Fraley, Roisman, & Haltigan, 2013). En la medida en que podamos discernir en etapas tempranas las relaciones que están en alto riesgo, podemos prevenir y promover una mejor calidad de vida y salud mental. En Puerto Rico no hay instrumentos o escalas que faciliten la evaluación de las relaciones tempranas. Se requiere contar con instrumentos y procedimientos sensibles para evaluar la calidad de las relaciones tempranas con el propósito de desarrollar estrategias de intervención que minimicen conductas de alto riesgo en los niños y fortalecer su desarrollo socioemocional. Intervenciones que consideren las díadas y no solo al niño o al cuidador por separado aportan a una mejor prognosis (Crittenden, 2008; King, Priddis, & Kane, 2015). Escenarios como el sistema legal en el que se toman decisiones con respecto a las relaciones paterno/materno filiales, custodia o remoción de menores ameritan contar con elementos de evaluación que consideren los procesos de vinculación no tan solo para asumir determinaciones, sino para permitir a las familias una oportunidad de transformar las relaciones. El entendimiento de los conflictos y las áreas de necesidad en las relaciones tempranas permite una oportunidad de reflexión y posible transformación (Fraley et al., 2013; Svanberg et al., 2010; Zeanah, Berlin, & Boris, 2011).

Referencias

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[1] Recibido: 2018-10-15 y Aceptado: 2019-10-19

[2] Este proyecto fue auspiciado por el Fondo Institucional para la Investigación (FIPI), Decanato de Estudios Graduados e Investigación. Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Agradecemos la colaboración de los centros Early Head Start, del Sr. Jesús Ortega en el análisis de los datos estadísticos y de estudiantes graduados del programa de psicología clínica de la UPRRP en la recopilación de los datos. En este escrito se utiliza la palabra niño para referirse tanto al término masculino como femenino.

[3] Universidad de Puerto Rico. Para comunicaciones con la autora utilice el siguiente correo electrónico: sylvia.martinez@upr.edu

[4] Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras