Percepción de Conocimientos, Destrezas y Actitudes sobre el Manejo de la Población LGB en una Muestra de Estudiantes de Consejería en Rehabilitación[1]

Perceptions of Knowledge, Skills, and Attitudes about LGB Population Management in a Sample of Rehabilitation Counseling Students

Raúl Rivera Colón[2]

Maximino Ramos Reyes[3]

Wil Rivera Pérez[4]

Bernice Pérez Rodríguez[5]

Resumen

El propósito de este estudio fue explorar la percepción de un grupo de estudiantes de consejería en rehabilitación en torno a sus competencias para intervenir con los clientes lesbianas, gay y bisexuales (LGB). La muestra estuvo constituida por 41 participantes reclutados por disponibilidad. Se utilizó la Escala de Competencia del Consejero en Orientación Sexual (SOCCS, por sus siglas en inglés; Bidell 2005). Para el análisis se realizaron medidas de tendencia central y pruebas t. Los resultados reflejaron un nivel de competencia total y por subescala (conocimientos, actitudes y destrezas) moderado. No se encontró diferencia estadísticamente significativa en función de la edad ni del tipo de institución académica. Al final del artículo se discuten implicaciones para la preparación académica de los consejeros en rehabilitación que pueden redundar en una mejor prestación de servicios para los clientes LGB.

Palabras claves: consejería en rehabilitación, estudiantes, competencias, LGB

Abstract

The purpose of this study was to explore the perception of a group of rehabilitation counseling students about their competencies to intervene with lesbian, gay and bisexual (LGB) clients. The sample consisted of 41 participants recruited per convenience. The Sexual Orientation Counselor Competency Scale (SOCCS; Bidell, 2005) was used. Central tendency measurements and t-tests were performed for the analysis. The results indicated a moderate level of total competence and for subscale (knowledge, attitudes, and skills). No statistically significant difference was found depending on the age or type of academic institution. At the end of the article we discuss implications for the academic preparation of rehabilitation counselors that can lead to better service delivery for LGB clients.

Keywords: rehabilitation-counseling, students, competencies, LGB



Introducción

La consejería en rehabilitación es una profesión considerada una especialización dentro del campo de la consejería. El consejero en rehabilitación posee conocimientos, destrezas y actitudes especializadas en la provisión de servicios a personas con diversidad funcional para que logren sus metas personales, sociales, psicológicas y vocacionales (Maki & Tarvydas, 2012). En Puerto Rico existen tres escuelas que ofrecen el grado de Maestría en Consejería en Rehabilitación. Estas escuelas graduadas están ubicadas en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, la Pontificia Universidad Católica de Ponce y la Universidad Central de Bayamón. Las tres escuelas graduadas cuentan con la acreditación del Council on Rehabilitation Education (CORE), entidad que establece los estándares que guían el desarrollo de las competencias de la profesión. El CORE se fusionó con el Council for Accreditation of Counseling and Related Educational Programs (CACREP), organización que acredita las áreas de consejería y programas educativos relacionados. Por lo que, a partir del 1 de julio de 2017, los programas graduados de consejería en rehabilitación que tenían la acreditación del CORE pasan a estar acreditados por CACREP.

El CACREP otorga acreditación a programas que cumplen con los estándares curriculares instituidos. Esta agencia acreditadora promueve que los consejeros en formación adquieran los conocimientos, destrezas y actitudes necesarias para ser efectivos en sus prácticas profesionales. Las normas de CACREP en materia de formación multicultural requieren que los programas de consejería integren componentes de capacitación que involucren competencias de diversidad individual, social y cultural, incluyendo, pero no limitado, a poblaciones de la comunidad LGB (CACREP, 2009). El currículo debe incorporar actividades de aprendizaje experiencial e información basada en evidencia para maximizar el conocimiento y las destrezas de intervención con diversas poblaciones. Los programas graduados en consejería deben promover el comportamiento ético centrado en erradicar conductas discriminatorias, sesgadas y opresivas (CACREP, 2009; CORE, 2011).

Las personas LGB enfrentan numerosos estresores relacionados con su orientación sexual. El estrés puede surgir debido a factores asociados con la discriminación, el estigma y los estereotipos. Esto puede proporcionar una explicación de por qué las personas LGB utilizan los servicios de consejería con más frecuencia que los heterosexuales (Graham, Carney, y Kluck, 2012). Según esta afirmación, aumenta la probabilidad de que los consejeros en rehabilitación tengan clientes de la comunidad LGB. Esta predisposición hace imperativo adquirir las competencias y destrezas necesarias para proveer servicios de calidad según las necesidades de bienestar para esta población.

Consistente con lo señalado, los consejeros en rehabilitación deben cumplir con una obligación ética de ser competentes en el trabajo con diversos grupos de personas. De ahí la importancia de preparar a los estudiantes de consejería en rehabilitación para que provean servicios culturalmente competentes. El Código de Ética de la Junta Examinadora de los Profesionales de la Consejería en Rehabilitación de Puerto Rico, establece que los educadores de consejeros en rehabilitación deben promover el desarrollo de competencias relacionadas a la diversidad cultural. Esto con el objetivo de que el estudiantado “desarrolle y mantenga creencias, actitudes, conocimientos y destrezas necesarias para la práctica competente con personas de diferentes culturas” (Departamento de Salud, 2013).

A pesar de los esfuerzos de las agencias acreditadoras y los organismos profesionales de promover el desarrollo de las competencias multiculturales, se ha encontrado que algunos consejeros no están satisfechos con su formación multicultural (Cates & Schaefle, 2009). Muchos profesionales de la salud mental se gradúan de los programas académicos con pobres conocimientos y capacitación para trabajar con clientes LGB (Green, Murphy, Blumer, & Palmanteer, 2009; Lyons, Bieschke, Dendy, Worthington, & Georgemiller, 2010). De acuerdo con Green et al. (2009) los participantes de su investigación reportaron que en sus programas de maestría o de doctorado no aprendieron cómo la orientación sexual afecta el proceso de consejería. Esto los llevó a concluir que para reducir los sesgos y la discriminación de los consejeros sobre las minorías sexuales se debe educar a los estudiantes de consejería para que trabajen eficazmente con ellas.

La Asociación de Consejería para Asuntos Gay, Lésbicos y Bisexuales (AGLBIC, por sus siglas en inglés) promueve programas académicos que permitan a los estudiantes de consejería, a través de cursos, desarrollar las competencias para trabajar con las personas LGB (Rutter, Estrada, Ferguson, & Diggs, 2008). Según Cates y Schaefle (2009), menos de la mitad de los programas académicos acreditados por CACREP integran contenidos multiculturales en los cursos, tienen cursos especializados que aborden estas temáticas o proveen capacitación multicultural en sus prácticas e internados. Sin embargo, Graham et al. (2012) encontraron que los estudiantes de consejería que tienen más contacto con las personas LGB son más competentes que los consejeros en formación que tienen menos exposición a los clientes LGB.

Cates y Schaefle (2009) informaron que el contenido multicultural podría estar omitiéndose en la formación de consejeros debido a la falta de conocimiento sobre cómo incorporar estas temáticas en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Cates y Schaefle encontraron que el 67% de los programas académicos utilizan un modelo de integración cultural, que incluye el uso de un curso multicultural. El 15% de los programas utilizaron un modelo de infusión (integrando el contenido multicultural en los cursos básicos, prácticas e internados). Además, el 30% de los programas integraron el contenido multicultural en el curso de modelos de consejería y el 46% incluyó el contenido multicultural en su curso de técnicas de consejería.

Según Graham et al. (2012), está claro que los consejeros necesitan recibir capacitación para trabajar con clientes LGB, como se ha descrito en los Códigos de Ética profesional. Un gran número de programas de consejería utilizan un enfoque educativo generalista, a través del cual incorporan algunas temáticas LGB en los cursos en lugar de ofrecer cursos específicos sobre procesos de consejería para las personas LGB. El enfoque generalista puede limitar las competencias que los estudiantes de consejería alcanzan sobre las minorías sexuales.

Competencias de consejería para intervenir con la población LGB

Para aumentar las competencias de consejería al trabajar con la población LGB, los estudiantes de consejería deben desarrollarse en tres áreas: conocimiento, actitudes y destrezas (Israel, Ketz, Detrie, Burke, & Shulman, 2003). La dimensión de conocimientos se refiere a la obtención de los conocimientos sobre las particularidades de la población LGB, los asuntos y situaciones que conciernen a la comunidad LGB, el contexto cultural y el entorno en el que viven las personas LGB. La dimensión de actitudes describe el nivel de autoconciencia sobre actitudes, sesgos y creencias. Finalmente, la dimensión de destrezas implica las técnicas y destrezas fundamentales que son apropiadas y de beneficio para el trabajo con clientes LGB. A continuación, se presenta una descripción más amplia de cada uno de los componentes de las competencias para intervenir con clientes LGB.

 

Conocimientos

Para que los estudiantes de consejería en rehabilitación se conviertan en profesionales multiculturalmente competentes es útil poseer amplio conocimiento sobre la población LGB. Los consejeros en rehabilitación deben tener un conocimiento práctico y actualizado de los sistemas de apoyo para la población LGB, los recursos locales, las organizaciones religiosas y espirituales, las entidades de base comunitaria y las opciones para realizar referidos en su área. Además, es necesario poseer profundo conocimiento acerca del heterosexismo, la homofobia, los avances sociales y las barreras que limitan los derechos de las personas LGB. En el proceso de consejería es fundamental conocer los modelos y objetivos terapéuticos apropiados o inadecuados para los clientes LGB (Kocarek & Pelling, 2003). Las dinámicas familiares y de parejas que enfrentan las personas LGB también son áreas de conocimiento valiosas para los estudiantes de consejería en rehabilitación y para los profesionales. Finalmente, entender la interacción entre los diferentes tipos de opresión (por ejemplo, género, etnia, clase y orientación sexual) es un componente crítico de los conocimientos que los consejeros en rehabilitación que trabajan con clientes LGB deben poseer.

Actitudes

En el desarrollo de las competencias multiculturales, la dimensión de las actitudes se refiere a la autoconciencia de los propios valores, sesgos y creencias del consejero en rehabilitación hacia el cliente o grupo al que pertenece el cliente (Arredondo et al., 1996; Sue, Arredondo, & McDavis, 1992). Estas creencias y sesgos personales a menudo están relacionados con la educación y el contexto social en el que vive una persona. Por lo tanto, la conciencia de las creencias personales y las muchas influencias en el propio sistema de creencias son claves para desarrollar actitudes competentes para el trabajo con poblaciones minoritarias.

Los estudiantes de consejería en rehabilitación deben ser conscientes de los estereotipos cuando trabajan con clientes pertenecientes a alguna minoría. Se ha hecho una distinción importante entre cómo puede reaccionar un profesional de la consejería de acuerdo con el grupo minoritario al que pertenece el cliente. Israel y Selvidge (2003) sostienen que es poco probable que los consejeros crean que es moralmente incorrecto ser miembro de un grupo étnico minoritario; en cambio, pueden creer que la homosexualidad es un pecado. Particularmente en algunas doctrinas religiosas se impulsa el dicho, "ama al pecador, odia el pecado". Esta es la ideología predominante en algunos sistemas cristianos y es la creencia que se promueve hacia la comunidad LGB. Por lo tanto, es necesario que los estudiantes de consejería en rehabilitación al evaluar su sistema de valores descarten la existencia de creencias que pueden generar la homofobia y el heterosexismo en el trabajo con clientes LGB.

La homofobia se define como el miedo, la aversión, e intolerancia que experimentan personas heterosexuales hacia los individuos que se identifican como LGB (GALE B.C., 2004). Los orígenes de la homofobia pueden provenir de una variedad de fuentes tales como valores familiares y crianza, falta de exposición a personas LGB, o valores religiosos. En un estudio sobre la identidad religiosa y la diversidad cultural, Balkin et al. (2009) encontraron que los consejeros que desarrollan pensamientos rígidos sobre su fe pueden ser más propensos a exhibir comportamientos sexistas u homofóbicos. Por otra parte, estos autores sugieren que los consejeros deben procurar desarrollar la autoconciencia respecto a las creencias religiosas y cómo pueden afectar posteriormente la relación de consejería. Además, Kelly (1990) encontró que es probable que los clientes asuman valores similares a los que atribuyen al consejero. Por lo tanto, la autoconciencia y el autoexamen de las creencias son claves para evitar el impacto negativo potencial (es decir, la homofobia internalizada) en los clientes LGB cuando hay actitudes homofóbicas presentes en el consejero.

Por último, el heterosexismo es otra cosmovisión y sistema de valores que devalúa las orientaciones sexuales LGB y puede socavar el funcionamiento saludable de las personas LGB (ALGBTIC, 2005). El heterosexismo se define como un sistema ideológico que niega, denigra y estigmatiza cualquier forma no heterosexual de comportamiento, identidad, relación o comunidad (Herek, 1990). Inadvertidamente, los consejeros pueden involucrarse en lenguaje o comportamientos heterosexistas sin darse cuenta. Como ejemplo, un formulario de admisión que sólo pide el estado civil de los clientes se considera heterosexista debido al hecho de que muchos países aún no reconocen legalmente el matrimonio homosexual. También, cuando un consejero presupone que una clienta femenina está sexual y románticamente interesada en los hombres, o que los hombres deben estar interesados en las mujeres, una actitud heterosexista está implicada.

Esta discusión sobre las actitudes evidencia la necesidad de delinear las destrezas de los estudiantes de consejería en rehabilitación, de forma tal, que resulten útiles cuando se interviene con clientes LGB. Por cierto, muchas destrezas que se consideran útiles cuando se trabaja con clientes LGB están relacionadas con la aceptación y las actitudes imparciales hacia esta población. En esencia, tanto los estudiantes de consejería en rehabilitación como los profesionales en este campo deben desarrollar una gama de destrezas que les permitan servir efectivamente a la población LGB.

Destrezas

Un estudiante de consejería en rehabilitación competente debe utilizar intervenciones culturalmente sensibles que se centren en las fortalezas del cliente en lugar de la patología (Zalaquett, Fuerth, Stein, Ivey, & Ivey, 2008). Un consejero en rehabilitación competente para el trabajo con clientes LGB no debe suponer que el asunto terapéutico que presenta es completamente ajeno a la orientación sexual, ni concluir que la orientación sexual del cliente está exclusivamente relacionada con el problema que presenta. Cualquiera de estas posiciones es considerada poco ética e ineficaz para trabajar con clientes LGB (Palma & Stanley, 2002). Aunque, los problemas presentados por el cliente (por ejemplo, el estado de ánimo deprimido, el consumo de alcohol / drogas, los problemas de empleo) pueden afectar la percepción de sí mismo o relacionarse con fuentes de opresión en la vida del cliente, en cuyo caso, los consejeros en rehabilitación deben trabajar estos asuntos simultáneamente con la orientación sexual (Israel et al., 2003; Palma & Stanley, 2002). La exclusión de uno u otro en la conceptualización y el plan de tratamiento que realiza el consejero en rehabilitación no resultará útil para el cliente.

Con respecto a la revelación de la orientación sexual por parte de los clientes, los consejeros en rehabilitación necesitan construir una buena relación y respetar siempre la confidencialidad (Israel et al. 2003). Los consejeros en rehabilitación comunican respeto y construyen confianza al permitir que el cliente se mueva a su propio ritmo para revelar su orientación sexual. Además, es probable que los clientes LGB puedan temer a la actitud del consejero en rehabilitación hacia la orientación sexual o hacer preguntas con el fin de obtener una mejor perspectiva de la postura del consejero en rehabilitación hacia su orientación sexual (Palma & Stanley, 2002). Es necesaria la aceptación consistente del consejero en rehabilitación a la diversidad de orientación sexual para que los clientes LGB sientan que la relación terapéutica es segura y digna de confianza.

Israel et al. (2003) realizaron un estudio utilizando 54 expertos en competencia de consejería para clientes LGB. El objetivo del estudio fue identificar componentes específicos de conocimiento, actitudes y destrezas. Los resultados se presentaron en orden de los componentes más importantes a los menos importantes en cada categoría. Bajo el dominio de destrezas de consejería, algunos de los aspectos mejor clasificados incluyeron: el uso de técnicas de aceptación, ayudar a los clientes con el proceso de coming out (declarar su orientación sexual), hablar y escuchar todos los aspectos de la vida de los clientes LGB, y entrevistar y evaluar sin sesgo heterosexista. Otras destrezas incluyeron la intercesión y el reconocimiento de limitaciones (por ejemplo, buscar consulta, recursos o referir cuando sea necesario).

Competencias de los estudiantes de consejería para trabajar con personas LGB

Las competencias de los estudiantes de consejería para intervenir con los clientes LGB se han debatido en varios procedimientos judiciales a través de los Estados Unidos. En julio de 2010, una estudiante de consejería de la Universidad Estatal de Michigan (Eastern Michigan State University) presentó una demanda basada en lo que ella afirmaba ser una violación de sus derechos constitucionales (Schmidt, 2010). La estudiante fue despedida del programa de consejería después de que, en su experiencia de práctica, solicitara referir a un cliente gay a otra persona por no poder aceptar la conducta homosexual basada en sus creencias religiosas. El tribunal decidió que la universidad tenía el derecho y el deber de hacer cumplir la ética profesional, prohibiendo a los consejeros ser intolerantes o participar en conductas discriminatorias. Además, en la sentencia se estableció: "Su rechazo a intentar aprender a proveer consejería a todos los clientes dentro de sus propios sistemas de valores implica un fracaso para completar un requisito académico del programa" (Schmidt, 2010, p.1). Este caso judicial es un ejemplo de cómo desde el ámbito académico se debe trabajar con las competencias multiculturales y enfatizar el cumplimiento con los estándares éticos de la profesión.

Basado en el modelo de consejería multicultural que incluye los dominios de conocimientos, destrezas y actitudes, se han desarrollado varias investigaciones para estudiar las competencias de estudiantes de consejería para intervenir con la población LGB. Rock, Carlson, y McGeorge (2010) examinaron la percepción de competencias de 190 estudiantes estadounidenses de maestría y doctorado en consejería de pareja y familia. Los participantes completaron la Escala de Competencia del Consejero en Orientación Sexual (SOCCS, por sus siglas en inglés; Bidell, 2005), en la que reportaron competencias moderadas para la intervención con clientes LGB.

Asimismo, obtuvieron niveles de competencias moderadas en las áreas de conocimiento, actitudes y destrezas. El área de actitudes destaca como el de mayor percepción de competencias para los participantes de este estudio. Mientras el área de destrezas refleja el menor nivel de competencias. Además, menos de la mitad de los participantes notificaron haber recibido capacitación para intervenir con clientes LGB.

En un estudio británico con estudiantes de consejería, Grove (2009) utilizó análisis cuantitativo y cualitativo para evaluar la competencia en el trabajo con la población LGB e identificar las experiencias de aprendizaje que resultan más efectivas para los estudiantes. El grupo completó el SOCCS, y dos preguntas cualitativas con respecto a experiencias de aprendizaje anteriores relacionadas con los clientes LGB. Curiosamente, los resultados mostraron una disminución de los puntajes en la escala de actitudes (lo que implica una menor competencia en esta área) hacia los clientes LGB, después del primer año de educación. Grove postula que tal vez la disminución en los puntajes después de un año de adiestramiento indica una profundización del autoconocimiento o puede ser el resultado de experimentar desafíos ideológicos a través de cursos y experiencias prácticas. Además, los estudiantes que están iniciando su programa de estudio pueden haber respondido de una manera socialmente deseable. En el análisis cualitativo, muchos estudiantes identificaron un evento clave que desafió sus percepciones, por lo tanto, les llevó a cambiar sus actitudes.

Por otro lado, Graham (2009), utilizando el SOCCS, estudió los niveles de competencias de estudiantes graduados de consejería para intervenir con la población LGB. En el estudio participaron 235 estudiantes graduados matriculados en programas de maestría y doctorado en las especialidades de consejería escolar y consejería psicológica. Graham encontró que los estudiantes graduados se sentían moderadamente competentes en la intervención con clientes LGB, con mayor autopercepción de competencias en el área de actitudes hacia la población LGB, seguido por el área de conocimientos y menor autopercepción de la competencia en sus destrezas para el manejo de los clientes LGB. Como era de esperar, los estudiantes de doctorado mostraron puntuaciones de competencia significativamente más altas que los estudiantes de nivel de maestría. Las experiencias educativas adicionales, así como el número de clientes que atendieron en procesos de consejería mejoraron las competencias percibidas por los participantes. Entre los hallazgos cualitativos, la experiencia personal más destacada que tiene un impacto positivo en las competencias fue tener un amigo cercano o un miembro de la familia que se identifica como LGB.

Rutter et al. (2008) realizaron un estudio piloto utilizando el SOCCS para explorar el impacto potencial de un programa de capacitación sobre las competencias de estudiantes de consejería para servir a clientes LGB. Estos utilizaron estudiantes de una clase introductoria como grupo control (n = 17) y estudiantes matriculados en un curso de consejería de nivel superior como grupo de tratamiento (n = 21). El SOCCS se utilizó en un diseño de investigación pre y post-prueba. El programa de capacitación implementado con el grupo de tratamiento incluyó componentes didácticos y experienciales que se basan en el Modelo de Consejería Afirmativo propuesto por Dillon y Worthington (2003). Tanto en la pre-prueba como en la post-prueba las competencias más altas fueron en el área de actitudes seguida por el área de conocimiento, mientras que el área de menor competencia fue el área de destrezas. Los resultados indicaron que el programa de capacitación tuvo un impacto positivo en las competencias de los estudiantes para las áreas de conocimiento y destrezas. Sin embargo, el pequeño tamaño de la muestra limita la generalización. Además, la comparación entre los estudiantes de una clase introductoria y los estudiantes de una clase de nivel avanzado puede tener resultados sesgados. No obstante, los resultados indican que el SOCCS puede ser usado como una pre y post-prueba en la evaluación de las competencias de consejería para intervenir con clientes LGB.

Como se ha detallado anteriormente, hay estudios disponibles en la literatura que exploraron las competencias de estudiantes de consejería para trabajar con la población LGB (Bidell, 2012; Graham, 2009; Grove, 2009; Rock et al., 2010; Rutter et al., 2008). Sin embargo, no hay estudios que se hayan centrado en las competencias para intervenir con clientes LGB de estudiantes puertorriqueños en programas graduados de consejería en rehabilitación. El propósito de este estudio fue explorar la percepción de conocimiento, destrezas y actitudes de una muestra de estudiantes de consejería en rehabilitación puertorriqueños para el manejo de la población LGB.

 

Método

Diseño de Investigación

Este estudio es de tipo exploratorio-descriptivo (Hernández, Fernández, & Baptista, 2010) ya que se está abordando una temática poco estudiada, relacionada a la percepción de los estudiantes de consejería en rehabilitación en torno a sus competencias para intervenir con la población LGB. Se pretende aportar bases empíricas descriptivas respecto a este asunto.

Participantes

La selección de los participantes se realizó por disponibilidad, tipo no probabilístico. La muestra estuvo constituida por 41 participantes. Para participar del estudio los interesados debían cumplir con los siguientes criterios de inclusión: (a) tener 21 años de edad o más, (b) ser estudiante activo de alguna de las escuelas graduadas de Consejería en Rehabilitación en Puerto Rico y (c) haber completado, como mínimo, un semestre de experiencias clínicas. Las normas de los programas de consejería en rehabilitación acreditados requieren que los estudiantes completen todos los cursos medulares antes de exponerse a experiencias clínicas con participantes. La exploración de las competencias profesionales requirió que el estudiante interesado en participar de la investigación tuviera alguna experiencia clínica que le permitiera cierto acercamiento en la provisión de servicios de consejería para exponer sus competencias.

Instrumentos

Se utilizó una Planilla de Datos Sociodemográficos para obtener información demográfica de los participantes que resultan en variables a ser analizadas. La información recopilada en la planilla de datos sociodemográficos incluyó el género, la edad, la institución donde realiza los estudios graduados en consejería en rehabilitación, entre otras. El propósito de recopilar datos sobre estas variables es analizar el posible impacto de las varianzas demográficas.

Por otro lado, se utilizó la Escala de Competencia del Consejero en Orientación Sexual (SOCCS, por sus siglas en inglés; Bidell, 2005), un instrumento de auto-reporte desarrollado para medir las competencias multiculturales de los estudiantes de consejería en rehabilitación al trabajar con clientes LGB. Este instrumento consiste de 29 ítems y contiene tres subescalas basadas en la literatura de consejería multicultural (Arredondo et al., 1996; Sue et al., 1992). Las subescalas miden: (a) Actitudes, esta subescala está compuesta por 10 ítems que evalúan las actitudes y sesgos hacia las personas LGB; (b) Conocimiento, subescala que contiene 8 ítems que incluye elementos que miden la comprensión de la información sobre las personas LGB y los asuntos pertinentes al ámbito de la consejería; y (c) Destrezas, subescala compuesta por 11 ítems que miden las prácticas clínicas y el comportamiento de aceptación en los procesos de consejería (Bidell, 2005). El SOCCS utiliza una escala Likert de siete puntos que varía en gradación o intensidad (1 = nada cierto, 7 = totalmente cierto). Mientras más altas son las puntuaciones, mayores son los niveles de competencia para la intervención con clientes LGB.

El instrumento SOCCS fue traducido, validado y adaptado por los investigadores, quienes obtuvieron autorización escrita del autor para realizar estos procesos. En nuestro estudio de validación, el SOCCS mostró una consistencia interna global de α = 0.79, lo cual sugiere una alta confiabilidad de los 29 ítems. Más específicamente, el alfa de Cronbach para cada subescala fue: (a) Actitudes, (α = 0.85); (b) Conocimientos, (α = 0.71); Y (c) Destrezas (α = 0.86) (ver Tabla 1). Estos resultados son comparables a los obtenidos en el estudio de validación original de Bidell (2005). En el estudio original, el alfa de Cronbach para el SOCCS global fue de α = 0.90; para la subescala de actitudes fue de α = 0.88; para la subescala de destrezas fue α = 0.91; y para la subescala de conocimiento fue α = 0.76. Esto indica una consistencia interna moderadamente alta.

Procedimiento

Para conducir este estudio, los investigadores siguieron los parámetros éticos establecidos en el Código de Ética de la Junta Examinadora de Consejeros en Rehabilitación de Puerto Rico. Asimismo, se obtuvo la autorización del Comité Institucional para la Protección de los Seres Humanos en la Investigación (CIPSHI) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. El estudio se llevó a cabo con el auspicio del Decanato de Estudios Graduados e Investigación (DEGI) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras a través de los Fondos Institucionales para la Investigación (FIPI).

Luego de obtenida la autorización para realizar el estudio, se procedió a publicar la carta de invitación a participar de la investigación en las redes sociales y en los correos electrónicos del Colegio de los Profesionales de la Consejería en Rehabilitación de Puerto Rico. También se colocaron anuncios en las universidades que ofrecen estudios graduados en consejería en rehabilitación. A los interesados en participar se les orientó sobre el propósito del estudio y se les proveyó la hoja de consentimiento informado y el cuestionario. Además, se les informó que la participación era voluntaria, libre de coerción y que podían retirarse del estudio en cualquier momento sin ninguna penalidad. Las encuestas se mantuvieron confidenciales sin datos que tuvieran información identificable de los participantes. A los participantes se les dio un identificador numérico único para ser utilizados en el análisis de datos. Todos los resultados se presentaron en forma agregada. El proceso de recolección y análisis de datos es cuantitativo, utilizando encuestas que fueron analizadas mediante el programa estadístico Statistical Package for the Social Sciences (SPSS, por sus siglas en inglés, versión 23.0).

Resultados

Para este estudio se realizó un muestreo por disponibilidad, tipo no probabilístico. La muestra estuvo constituida por 41 participantes. De los 41 participantes, 31 (75.6%) se identificaron con el género femenino y 10 (24.4%) con el género masculino (un participante omitió la pregunta). La edad de los participantes osciló entre los 21 a los 57 años, con una edad promedio de 25.88 años (DE= 5.52). En cuanto al tipo de institución en la cual cursa sus estudios graduados en consejería en rehabilitación, 29 (70.7%) participantes informaron realizar sus estudios en universidad pública, ocho (19.5%) informaron realizar sus estudios en universidad privada y cuatro (9.8%) no reportaron la información.

En el SOCCS los puntajes bajos (1.00 - 2.00) representan una competencia baja, los puntajes medios (3.00 - 5.00) representan una competencia moderada y los puntajes altos (6.00 - 7.00) representan una competencia alta (Bidell, 2005). Los estudiantes de consejería en rehabilitación que participaron en esta investigación obtuvieron una puntuación media total de 4.29 (DE = 0.68), lo que implica un puntaje dentro del rango moderado de competencias. En cuanto a los resultados en cada una de las subescalas, los participantes tuvieron una puntuación media de 3.97 (DE = 1.01) en el dominio de conocimiento, 5.84 (DE = 1.25) en el dominio de actitudes, y 3.10 (DE = 1.07) en el dominio de destrezas. Los hallazgos reflejan un nivel de competencias moderado en conocimiento, actitudes y destrezas para la intervención con los clientes LGB. A continuación, se presenta la tabla 1 en la cual se desglosan los resultados.

Tabla 1. Competencias de los participantes para intervenir con clientes LGB

Competencias

M

DE

Actitudes

5.84

1.25

Destrezas

3.1

1.07

Conocimientos

3.97

1.01

Total

4.29

0.68

Nota. M = media; DE = desviación estándar.

Por otro lado, se realizó prueba t para muestras independientes con el objetivo de determinar si existe una diferencia estadísticamente significativa en el promedio del SOCCS (promedio total, actitudes, destrezas y conocimientos) en función de la variable género. En la muestra de género masculino (n = 10) para la puntuación total de los estudiantes de consejería en rehabilitación los resultados fueron M = 4.19, DE = .82, no se encontró diferencia estadísticamente significativa, t(39) = -.50, p = .61. Mientras en la muestra de género femenino (n = 31) para el promedio total los resultados fueron M = 4.32, DE = .63, tampoco se encontró diferencia estadísticamente significativa para este grupo t(39) = -4.50, p = .61.  En cuanto a las subescalas de actitudes, destrezas y conocimientos tampoco se encontró diferencia estadísticamente significativa. A continuación, se presenta la Tabla 2 en la cual se desglosan los resultados.

Tabla 2. Diferencia en las competencias de los participantes en función del género

Nota. SOCCS = Escala de Competencia del Consejero en Orientación Sexual (SOCCS, por sus siglas en inglés); M = media; DE = desviación estándar; t = prueba t; gl = grados de libertad; Sig. (2 colas) = prueba de significancia dos colas.

Por otro lado, la puntuación total de los estudiantes de consejería en rehabilitación para el tipo de institución pública fue (n = 29, M = 4.22, DE = .71), mientras para la institución privada fue (n = 8, M = 4.26, DE = .61). Estos resultados también muestran que no existe diferencia estadísticamente significativa en el promedio total del SOCCS, t(35) = -.13, p = .89. En la Tabla 3 que se presenta a continuación se detallan los resultados por subescala.

Tabla 3. Diferencia en las competencias de los participantes en función del tipo de institución académica

Nota. SOCCS = Escala de Competencia del Consejero en Orientación Sexual (SOCCS, por sus siglas en inglés); M = media; DE = desviación estándar; t = prueba t; gl = grados de libertad; Sig. (2 colas) = prueba de significancia dos colas.

Discusión

Se requiere que los consejeros proporcionen servicios de consejería competentes a diversas poblaciones (Arredondo et al., 1996, Sue et al., 1992), incluyendo personas que se identifican con orientación sexual LGB (Logan & Barret, 2005). Los estándares éticos y de acreditación de la profesión de consejería en rehabilitación (CACREP, 2009, CORE, 2011; Departamento de Salud, 2013) exigen una educación adecuada para trabajar con clientes LGB. El propósito de este estudio fue examinar las competencias auto percibidas de los estudiantes de consejería en rehabilitación, consistente en actitudes, conocimientos y destrezas, cuando se interviene con clientes LGB.

Los resultados reflejan un nivel de competencia total y por subescala (conocimientos, destrezas y actitudes) moderado (M = 4.29). Por lo tanto, los participantes en este estudio informaron tener bastante confianza en sus competencias para proveer consejería a los clientes LGB. Este estudio no realizó comparaciones entre las especialidades de la consejería en Puerto Rico para poder evaluar variaciones en competencias en el trabajo con la población LGB. No obstante, resaltamos los paralelismos de nuestros hallazgos con estudios que se han realizado, principalmente en Estados Unidos, con otras especialidades de la consejería. Los hallazgos de esta investigación son consistentes con todos los estudios revisados sobre las competencias de estudiantes de consejería para trabajar con clientes LGB (Bidell, 2012; Graham, 2009; Grove, 2009; Rock et al., 2010; Rutter et al., 2008). Al igual que en nuestro estudio, en todos los estudios revisados se encontraron competencias totales y por área (conocimiento, actitudes y destrezas) moderadas. Además, hubo consistencia en reportar como área de mayor competencia las actitudes, seguida de los conocimientos, y las destrezas como el área de menor competencia.

En particular, los estudiantes de consejería en rehabilitación que participaron de esta investigación informaron los niveles más altos de autopercepción en las competencias vinculadas con sus actitudes hacia los clientes LGB (M = 5.84). Hay una serie de posibles explicaciones para las altas puntuaciones en el dominio de actitudes. Los encuestados pueden creer que mostrar un alto nivel de comodidad con los asuntos de las minorías sexuales, refleja su grado de formación y sensibilización (Pelling, 2006). De manera similar, estos resultados pueden atribuirse a dar respuestas socialmente deseables. Desde esta perspectiva, podríamos entender que los estudiantes buscan adoptar valores que les permitan conectar con las filosofías inclusivas de los programas graduados. Se ha demostrado que un programa académico con un entorno multicultural sensible afecta positivamente las actitudes de los estudiantes hacia la diversidad (Dickson, Jepsen y Barbee, 2008). Es así como las respuestas pueden corresponder con las normas de ese grupo. Además, no se puede descartar del análisis que los estudiantes pueden responder según piensan que mejor complacen a otros, incluyendo a los investigadores.

Por otro lado, en cuanto al dominio de conocimiento, los estudiantes de consejería en rehabilitación reportaron un nivel de competencia moderado (M = 3.97). Este hallazgo sugiere que resulta necesario reforzar las temáticas que se cubren en los cursos sobre los clientes LGB. Es importante que los estudiantes de consejería en rehabilitación desarrollen conocimientos sobre aspectos históricos, conceptuales, terapéuticos, legislativos, entre otros que impactan a la población LGB. Además, es importante que estos conocimientos se mantengan actualizados y se materialicen en la práctica. Los estudiantes de consejería en rehabilitación deben ser educados respecto a los problemas que afectan a los clientes LGB y deben aprender a utilizar términos pertinentes para esta comunidad. Por ejemplo, es especialmente importante que los estudiantes de consejería en rehabilitación se familiaricen con el proceso de coming out. Este término se refiere al proceso de revelar la orientación sexual a otra persona (Chutter, 2007). El proceso de coming out puede comenzar a cualquier edad durante el ciclo de vida del ser humano (Barret & Logan, 2002). Revelar la orientación sexual a la familia, amigos, compañeros de trabajo u otras personas son pasos importantes para el desarrollo de la identidad.

La literatura de consejería multicultural afirma que, si bien el conocimiento es un componente necesario de las competencias, no basta con sólo tener conocimientos sobre diversas poblaciones (Sue et al., 1992). Para ser considerados competentes los estudiantes de consejería en rehabilitación también deben ganar conciencia de las actitudes y mejorar las destrezas en el trabajo con las personas LGB. De hecho, el conocimiento sin conciencia de las actitudes o destrezas puede conducir a un proceso de consejería menos eficaz (Kocarek & Pelling, 2003).

Los estudiantes de consejería en rehabilitación obtuvieron el puntaje más bajo en la subescala de destrezas, con una puntuación media de 3.10. Este hallazgo indica que los estudiantes de consejería en rehabilitación perciben que tienen una cantidad moderada de destrezas para intervenir con los clientes LGB en consejería. Esto podría estar reflejando la importancia de que el estudiantado se exponga a experiencias prácticas que le permitan tener contacto continuo con poblaciones diversas para ejecutar procesos de consejería adecuados. De hecho, los profesionales de la salud mental que han sido expuestos a procesos de capacitación que incluyen experiencias prácticas de intervención con la población LGB han reportado consistentemente niveles más altos de competencias en el SOCCS (Bidell & Whitman, 2013; Graham et al., 2012; Rock et al., 2010; Rutter et al., 2008).

Por último, no se encontró diferencia estadísticamente significativa en las competencias de los participantes en función del género o del tipo de institución académica, lo que sugiere que el desarrollo de las competencias tanto por género como por tipo de institución están percibiéndose a niveles similares. 

Implicaciones

La especialidad de la consejería en rehabilitación tiene el propósito de trabajar con la diversidad. Aunque los resultados muestran que en términos generales los estudiantes de consejería en rehabilitación presentan competencias moderadas para trabajar con la población LGB, resulta necesario aspirar a estudiantes y profesionales de consejería en rehabilitación con competencias altamente desarrolladas para la intervención con clientes LGB. Los educadores y supervisores de estudiantes de consejería en rehabilitación deberían concentrarse más en proporcionar educación, capacitación y experiencias prácticas para que los estudiantes aumenten sus competencias de consejería con clientes LGB.

Un aspecto que los profesores deben considerar implementar en las clases es aumentar la cantidad de estudios de casos que se realizan con temáticas LGB. Esta sería una forma de promover la discusión y el desarrollo del pensamiento crítico sobre intervenciones clínicas valiosas, desde la consejería en rehabilitación, que se pueden realizar con clientes LGB. Otro acercamiento educativo que se puede utilizar con los estudiantes para aumentar sus competencias es el juego de roles (Kocarek & Pelling, 2003). Se cree que las actividades experienciales, como las dramatizaciones, aumentan las destrezas de los estudiantes de consejería debido a la naturaleza interpersonal e interaccional (Waters, Woods, & Noel, 1992). Un efecto particularmente positivo de la utilización del juego de roles es el aumento de empatía que los participantes pueden experimentar. Waters et al. (1992) indican que tanto la empatía como la tolerancia se obtienen cuando los estudiantes son capaces de adoptar un punto de vista diferente y actuar conforme a esto. Kocarek y Pelling (2003) describen muchas variaciones de escenarios de juego de roles que pueden ser útiles para educadores de consejeros en el desarrollo de las competencias de los estudiantes para el trabajo con clientes LGB.

Resulta imperativo que los estudiantes de consejería en rehabilitación tengan la oportunidad de trabajar con clientes LGB, ya sea en terapia o, al menos, en actividades de juego de roles. Los educadores y los supervisores clínicos deben intentar proporcionar a los estudiantes graduados oportunidades de trabajar con clientes LGB. Además, los estudiantes de consejería en rehabilitación deben procurar que se les coloque en escenarios prácticos que brinden servicios a clientes LGB para que puedan tener la oportunidad de continuar aprendiendo e impactar positivamente a esta población. Los programas graduados de consejería en rehabilitación deben reforzar los currículos para incluir cursos que integren experiencias de trabajo con la población LGB. Se ha demostrado que, si los estudiantes perciben que su programa académico incluye el trabajo de consejería con clientes LGB, muestran niveles más altos de conocimientos, destrezas y actitudes hacia esta población (Carlson, McGeorge, & Toomey, 2012).

Conclusión

Los resultados de este estudio reflejan que los estudiantes de consejería en rehabilitación en general se sienten moderadamente competentes para proveer servicios de consejería a clientes LGB. Los participantes reportaron mayor competencia en la subescala de actitudes seguido por la subescala de conocimiento y, finalmente, la subescala de destrezas. Este patrón se mantuvo a través de variables como el género y el tipo de institución académica, en las que no se encontró diferencia estadísticamente significativa en cuanto a competencias. Los resultados son cónsonos con estudios desarrollados con estudiantes de otras especialidades de la consejería (Bidell, 2012; Graham, 2009; Grove, 2009; Rock et al., 2010; Rutter et al., 2008). Los programas graduados de consejería en rehabilitación necesitan revisar los currículos e incluir cursos y prácticas clínicas que redunden en mayores competencias para el trabajo con clientes LGB.

Limitaciones y Recomendaciones

Hay varias limitaciones del estudio que deben ser reconocidas. Primero, con cualquier forma de autoevaluación, los datos recogidos son subjetivos. Las respuestas pueden haber sido ofrecidas por la forma en que los participantes se sintieron en el momento, y la inclinación de responder a las preguntas de manera socialmente deseable. Además, los estudiantes pueden percibirse como más o menos competentes de lo que pueden ser en la práctica. Una forma de controlar esta discrepancia sería recopilar y examinar los datos de las percepciones de los clientes LGB sobre la competencia de los estudiantes que se encuentran realizando sus prácticas clínicas. Estas percepciones podrían incluirse en estudios futuros tomando como base los resultados de esta investigación. Finalmente, esta investigación se enfocó en la población LGB; es importante que en estudios futuros se evalúen las creencias y competencias de los estudiantes de consejería en rehabilitación en torno al trabajo con clientes identificados como transgénero y transexual, ya que es un grupo a menudo marginado.

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[1] Enviado: 2017-08-29 y Aceptado: 2018-03-23

[2] Raúl Rivera Colón, Ph.D. Catedrático Auxiliar, Escuela Graduada de Consejería en Rehabilitación, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras Catedrático Auxiliar. Para información sobre esta investigación deben comunicarse al correo electrónico raul.rivera7@upr.edu

[3] Maximino Ramos Reyes, PhD, CRC - Catedrático Auxiliar, Escuela Graduada de Consejería en Rehabilitación, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, correo electrónico: maximino.ramos@upr.edu

[4] Wil Rivera Pérez, MRC - Consejero en Rehabilitación, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, Escuela Graduada de Consejería en Rehabilitación. Correo electrónico: wil.rivera@upr.edu

[5] Bernice Pérez Rodríguez, MRC - Consejera en Rehabilitación, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, Escuela Graduada de Consejería en Rehabilitación.  Correo electrónico: bernice.perez@upr.edu