Résumé
En la República, Platón define la polis como un espacio de "co-habitación" (συνοικία) (Rep. II, 369c). Para el filósofo, esta convivencia supone, no una mera proximidad geográfica; sino una comunidad de intereses que establezca relaciones entre los integrantes. Se argumentará en este escrito que el diseño arquitectónico y urbanístico de la polis tiene un rol importante dentro de la República en tanto hace posible los espacios que reafirman el fin último de esta comunidad política: la justicia. Estos espacios beneficiosos (χρηστόÏ,) o sanos (ὑγίειά) influenciarían de forma paulatina a los ciudadanos hacia el camino de lo virtuoso e impedirían la asimilación de todo lo vicioso. Estos espacios como reflejo y condición de la justicia sirven como escenario para practicar el mandato de "cada cual hace lo propio" (Ï"á½° αὑτοῦπράττει) en la medida en que potencian las distintas naturalezas de los miembros de la polis. Un claro ejemplo de esta concepción de la justicia y su referente espacial es la vivienda de los guerreros según descrita en el libro III de la República.