Resumen
El creciente número y popularidad de los dispositivos inteligentes es asombroso. La mayoría de las personas, a pesar de algunas preocupaciones respecto a la privacidad, acogen estos dispositivos. La creencia en el valor positivo de la innovación tecnológica impulsa la bienvenida y consumo de tecnologías inteligentes, junto con una visión idealizada del futuro en la que delegamos muchas actividades a estas tecnologías. Estos dispositivos son pensados y vendidos como contribuyentes a una mejor calidad de vida, al crecimiento económico y al progreso. Empero, estas tecnologías también son impulsadas por el imperativo capitalista: la acumulación de capital. Pero la impresión de que estos dispositivos son inteligentes y positivos oscurece estos imperativos y sus impactos negativos, incluidas sus consecuencias ambientales. En este artículo, llamo la atención sobre las consecuencias medioambientales de los dispositivos inteligentes, señalando la creciente extracción de materiales y la contaminación que conlleva su producción y consumo. También comento las desigualdades ambientales vinculadas a los dispositivos inteligentes.
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